Científicos del Museo de Ciencia e Historia Natural de Nuevo México, ubicado en Albuquerque, Estados Unidos, identificaron una nueva especie de tiranosaurio del sur de América del Norte que aseguran es el pariente más cercano conocido del Tyrannosaurus rex.
Sebastian Dalman, autor del artículo y especialista a cargo de la investigación, junto al resto de su equipo lograron identificar una nueva especie a la que llamaron Tyrannosaurus mcraeensis, examinando un cráneo parcial fosilizado, que fue descubierto previamente en la Formación Hall Lake de Nuevo México.
El artículo consignado por la agencia de noticias DPA detalló que, originariamente esos restos fósiles habían sido asignados al Tyrannosaurus rex ya que son comparables en tamaño a esta especie (hasta 12 metros de largo), sin embargo, los autores proponen que pertenecen a una nueva especie debido a la presencia de múltiples diferencias sutiles en la forma y las uniones entre los huesos del cráneo.
Con base en la ubicación de los restos en relación con rocas y otros restos de dinosaurios que anteriormente databan de hace entre 66 y 75 millones de años, los autores sugieren que T. mcraeensis pudo haber vivido hace entre 71 y 73 millones de años (entre cinco y siete millones de años antes del "T. rex").
El análisis de las relaciones entre "T. mcraeensis" y otras especies de dinosaurios terópodos indica que éste puede haber sido "una especie hermana del T. rex, lo que lo convierte en el pariente más cercano conocido" hasta el momento.
Basándose en su descubrimiento en Nuevo México, los autores sugieren que el linaje de "Tyranosaurus, Tyrannosaurini puede haberse originado en el sur de Laramidia, un continente insular que existió hace entre 100 y 66 millones de años y se extendía desde la actual Alaska hasta México".
Además, proponen que Tyrannosaurini pudo haber evolucionado a un tamaño corporal gigante hace aproximadamente 72 millones de años, junto con otros dinosaurios gigantes del sur de Laramidia, como ceratopsianos, hadrosaurios y titanosaurios.
En este sentido, los autores especulan que la evolución de los tiranosaurios gigantes puede haber sido impulsada por los tamaños corporales gigantes de los herbívoros de los que se alimentaban en el sur de Laramidia.