Los hondureños eligieron hoy en las urnas al sucesor del presidente Juan Orlando Hernández en elecciones que se desarrollaron en general con tranquilidad, pero que se vieron empañadas tras el cierre de las urnas, cuando dos candidatos se proclamaron ganadores antes de que se difundieran los resultados.
Así lo hicieron la ex primera dama Xiomara Castro, del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre), y el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN) gobernante y conservador.
El gesto de Castro y Asfura generó la reacción del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), que desplegó una misión de observadores para el proceso electoral.
"Ayudémonos todos a salir bien de este proceso electoral, el pueblo merece actuar con tranquilidad y prudencia hasta que se produzca el resultado final", reclamó la magistrada del CNE Rixi Moncada al anunciar el comienzo del escrutinio, según la agencia de noticias Sputnik.
Asimismo, la misión de la OEA exhortó "a los candidatos y actores políticos a que tengan una actitud responsable y eviten proclamaciones y pronunciamientos anticipados", en un comunicado divulgado en Twitter y otras redes sociales.
Castro es la única entre 13 aspirantes opositores a la que los sondeos daban posibilidades de vencer Asfura y desplazar de ese modo al PN tras 12 años en el poder y cuestionado ahora por corrupción y nexos con el narcotráfico.
Cerca de 5,2 millones de ciudadanos estuvieron habilitados para votar y las autoridades estimaron que el “primer parte preliminar” de resultados sería difundido a partir de las 20 (las 23 en la Argentina), informó más temprano la jueza del CNE Ana Hall.
Castro votó esta mañana en la ciudad de Catacamas, en el departamento oriental Olancho, y exhortó a a sufragar de forma masiva.
“Asistamos a las urnas masivamente temprano para poder ejercer el derecho que tenemos como ciudadanos del voto para hacer un cambio en nuestro país; tengamos paz, no atendamos provocaciones, sabemos que van a intentar provocar al pueblo, hay desesperación, especialmente de aquellos que han estado gobernando estos 12 años”, expresó, según la agencia AFP.
Asfura, quien fue acusado en 2020 de malversar fondos públicos, nombrado en los Pandora Papers y vinculado al tráfico de influencias en Costa Rica, votó en Tegucigalpa y destacó la participación popular.
“Lo que el pueblo hondureño quiere al final es el respeto; todo lo van a decir las urnas, esperemos; según los resultados, veremos la reacción de todo candidato; paz, tranquilidad, sosiego, para darle a Honduras lo mejor”, afirmó.
Hernández, tras emitir su voto en su municipio natal, Gracias, en el departamento occidental Lempira, manifestó: “Estoy optimista con los resultados, yo recibí al país más violento en la faz de la tierra, ya no lo somos. Nos entregaron un país quebrado y dejamos un país con unas finanzas robustas.”
El presidente logró la reelección cuatro años atrás en polémicas elecciones en las que enfrentó a un candidato de una alianza coordinada por el exmandatario Manuel Zelaya (2006-09), esposo de Castro, en medio de acusaciones de fraude de la oposición y de observadores, lo que desató una ola de protestas y represión estatal que dejó una treintena de fallecidos.
Esta vez, aunque existía un alto nivel de desconfianza y muchos hondureños temen que vuelva a haber violencia gane quien gane, la jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (UE), Zeljana Zovko, destacó que la jornada se desarrollaba en un ambiente “tranquilo” y que la afluencia a los centros de votación era “alta”, según el diario local La Tribuna.
Además, Estados Unidos envió al jefe de su diplomacia para América latina, Brian Nichols, a reunirse con los candidatos a fin de evitar que una nueva crisis aliente aun más las olas migratorias que constantemente llegan de Centroamérica.
En paralelo, se registraron algunas denuncias de irregularidades, como la caída del sitio en internet del CNE, el cierre temporal de al menos un centro de votación, presuntos votos marcados, y una demora en la apertura de las mesas.
“Está caída desde temprano la página del CNE, la gente intenta entrar para saber dónde votar y los del (gobernante) Partido Nacional los mandan a otros lados; hay una trampa, esperemos que se restituya”, reclamó Salvador Nasralla, candidato a vicepresidente por Libre.
Por la tarde, el CNE informó en un comunicado que estaba “en proceso de investigación la caída de la página web” y precisó que según “la primera información recibida, se refleja un ataque al servidor en las instalaciones del Consejo”.
Medios locales reseñaron también el cierre temporal por parte de las Fuerzas Armadas de un colegio electoral en Tela, en el departamento norteño Atlántida, debido al movimiento ilegal de un escáner de huellas digitales, un sistema de identificación biométrica que se utiliza por primera vez en el país.
Observadores denunciaron además que el PN entregaba dinero a electores en los alrededores de la escuela John F. Kennedy, donde se permitía el ingreso de teléfonos celulares y el oficialismo reclamó que en un centro de votación de la ciudad caribeña de Puerto Cortés, había votos marcados a favor del Partido Liberal.
Los hondureños también debían elegir a los 128 miembros del Congreso Nacional y 20 representantes del parlamento centroamericano.
Los resultados de hoy serán definitivos, ya que en Honduras no hay posibilidad de balotaje y se consagra presidente el candidato que más votos obtenga en la única vuelta.
Los temores de fraude y los reportes de al menos 31 muertos como parte de la violencia política en esta campaña avivaron las tensiones, mientras el país experimentó un salto del desempleo de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, según la Universidad Nacional Autónoma, y tiene a 59% de sus 10 millones de habitantes sumidos en la pobreza.