En su primer discurso en Irak, donde llegó ayer para una histórica visita de tres días, el papa Francisco pidió que las naciones extranjeras no impongan sus "intereses políticos" en el país, al tiempo que animó a las autoridades locales a encarar una reconstrucción con respeto por las minorías religiosas.
"Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local", reclamó el Papa en el discurso frente al presidente Barham Salih en el Palacio Presidencial de Bagdad, al llamar al país a una reconstrucción tras las últimas décadas en las que Irak sufrió "guerras, terrorismo y conflictos sectarios".
"Espero que las naciones no retiren al pueblo iraquí la mano extendida de la amistad y del compromiso constructivo, sino que sigan trabajando con espíritu de responsabilidad común con las autoridades, sin imponer intereses políticos o ideológicos", continuó el Papa en esa dirección, en un contexto en el que, desde la invasión estadounidense de 2003, tras el derrocamiento de Saddam Hussein, diversos países occidentales han tenido presencia militar en el país.
El Papa llegó a Bagdad en un viaje que calificó como "emblemático" para iniciar una gira de tres días. Frente a las autoridades, Francisco inició su discurso recordando que, "en las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas".
En la primera visita de la historia de un pontífice al país, y tras recordar la persecución a minorías religiosas como los cristianos yazidíes, el Papa resaltó que "la diversidad religiosa, cultural y étnica que ha caracterizado a la sociedad iraquí por milenios, es un recurso valioso para aprovechar, no un obstáculo a eliminar".
La visita del Papa se extenderá tres días. Antes de hablar en el Palacio, el Papa se reunió con Salih en una de las salas del Palacio Presidencial.
En un discurso en el que recordó a las víctimas "del terrorismo", Francisco se refirió también a la empobrecida población del país "que lucha cada día buscando seguridad".
Así, pidió a las autoridades "todo esfuerzo por crear oportunidades concretas tanto en el ámbito económico y en el ámbito de la educación", ya que, "después de una crisis, no basta con reconstruir, es necesario hacerlo bien, de modo que todos puedan tener una vida digna", sostuvo.
Télam
- En la Catedral del ataque fatal
El papa Francisco aseguró ayer que la violencia y el derramamiento de sangre "son incompatibles" con la religión, al hablar ante el clero iraquí durante una visita a la Catedral de Bagdad más de cinco años después de haber sido blanco de un letal atentado del Estado Islámico.
"La incitación a la guerra, las actitudes de odio, la violencia y el derramamiento de sangre son incompatibles con las enseñanzas religiosas", dijo el Papa en la Catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, donde más de 50 personas murieron en octubre de 2010 en el ataque del grupo yihadista.
Francisco habló en la catedral ante obispos y sacerdotes locales en su segundo discurso en Irak horas después de su arribo a Bagdad para la primera visita de un Papa al país, que tiene como uno de sus objetivos solidarizarse con una minoría cristiana diezmada por sucesivos espasmos de violencia.