Más de mil personas murieron y otras 1.500 resultaron heridas en el terremoto de 5,9 grados que sacudió el este de Afganistán a primera hora de la madrugada de ayer.

El número de fallecidos asciende a 1.030, pero las autoridades advierten que las cifras podrían aumentar a medida que avanzan las labores de rescate. Es el terremoto más grave desde 2005 en Afganistán y Pakistán.

El sismo se produjo en una zona remota del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde la población vive en condiciones muy precarias. El terremoto se produjo a 10 kilómetros de profundidad en el país asiático, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que un segundo temblor de magnitud 4,5 sacudió casi el mismo lugar.

‘La gente excava y excava tumbas’, dijo el responsable de Información de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Huzaifa. En su provincia, la más afectada junto a la de Khost, el balance ‘llegó a 1.000 muertos y las cifras aumentan’, dijo. A los fallecidos se suman al menos 1.500 heridos en Paktika, precisó la agencia de noticias AFP. ‘Está lloviendo y las casas están destruidas. No hay lugar donde refugiarse ni comida. Hay gente aún atrapada entre los escombros. Necesitamos ayuda de inmediato’, dijo. Según Yaqub Manzor, un responsable tribal de Paktika, muchos heridos proceden del distrito de Giyan, en la provincia, y fueron transportados en ambulancias y helicópteros.