La Corte Suprema de los Estados Unidos emitió un fallo histórico al considerar que está prohibido despedir a un empleado debido a su condición sexual y que las personas están protegidas por mecanismos antidiscriminatorios dentro del ámbito laboral, en contra de la posición del gobierno de Donald Trump sobre el tema.
"Hoy tenemos que decidir si un empleador puede despedir a alguien solo porque es homosexual o transgénero, la respuesta es clara, la ley lo prohíbe", aseguró el máximo Tribunal en un fallo decidido por seis de los nueve jueces que lo conforman.
La determinación constituye una victoria para los derechos de la comunidad LGBT, teniendo en cuenta el origen conservador del organismo que emitió el fallo. Si bien en 21 estados de ese país ya se lo contempla, lo que dispuso la Corte lo hace federal.
La decisión judicial se basa en que el Título VII del Acta de Derechos Civiles de 1964, donde se establece que es ilegal que los empleadores discriminen a un trabajador por cuestiones de sexo, también habla de la orientación sexual.
Los magistrados conservadores Neil Gorsuch y el presidente del tribunal, John Roberts, se ubicaron del lado de de la minoría progresista para decantar la balanza a favor de estos últimos, un giro político inesperado para los partidarios de Trump.
"Un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transgénero, despide a esa persona por rasgos o acciones que no habría cuestionado en miembros de un sexo diferente. El sexo juega un papel necesario e indiscutible en la decisión, exactamente lo que prohíbe el Título VII", escribió Gorsuch.
Se espera que el fallo tenga un impacto importante para los 8,1 millones de trabajadores LGBT que se calcula que hay en todo Estados Unidos, ya que todavía hay una mayoría de estados que no tienen una protección judicial contra la discriminación laboral.