La sonda New Horizons descubrió amoniaco en la superficie de Plutón, lo que evidencia una actividad geológica reciente con agua líquida, algo fundamental para la regulación de la temperatura y la posibilidad de la existencia de condiciones de vida de algún organismo.

 

Después de haber sido degradado hace 13 años a planeta enano, los ojos vuelven a posarse sobre Plutón de acuerdo a los datos que recolectó la sonda New Horizons en su visita hace pocos años.

 

"En los últimos años, el amoniaco ha sido un poco como el ‘santo grial’ de la ciencia planetaria", comentó Cristina Dalle Ore, científica planetaria del Centro de Investigación Ames de la NASA y autora principal del estudio.

De esta manera, la experta puntualizó que el amoniaco es fundamental para las reacciones químicas que sostienen la vida y por ello, su hallazgo indica que su entorno tiene condiciones que ayudan a la existencia de los seres vivos.

 

"Esto no significa que la vida esté presente, y aún no la hemos encontrado, pero indica un lugar donde debemos buscar", explicó Dalle Ore respecto de un planeta que consideran propicio para albergar vida.

 

El planeta "enano" se encuentra a 5,934’456,500 kilómetros del sol y se estima que su temperatura ronda los -270 grados Celsius. Por este motivo, el hallazgo de agua líquida sorprende ya que su clima es suficientemente frío para congelar hasta el aire.

 

Los investigadores suponen que el intenso calor de los minerales radiactivos que se encuentran en el centro de Plutón es lo que genera temperaturas más cálidas y por ello permite que el agua sea líquida en condiciones en las que en otro lugar no lo serían.

 

En el estudio presentado, los expertos afirman que el amoniaco es un ingrediente clave en las reacciones químicas que subyacen a la vida tal como la conocemos, y por lo tanto, cuando se encuentra, se presume la presencia de un entorno que conduce a la vida.

 

"El amoníaco es una molécula frágil y se destruye por la radiación ultravioleta y los rayos cósmicos. Por lo tanto, cuando se encuentra en una superficie, implica que se había colocado allí hace relativamente poco tiempo, unos millones de años antes de ser encontrado", enfatizó Dalle Ore.

 

Los investigadores sugirieron que cuando se depositaba en la superficie de Plutón, el amoníaco ya estaba mezclado con el agua de un océano subterráneo escondido dentro del planeta enano. "Esta agua pudo haber salido a través de grietas o conductos de ventilación y se roció en la superficie. A esto lo llamamos criovulcanismo", sostuvo la experta.

 

El estudio efectuado en Plutón hizo foco en imágenes captadas al norte de Cthulhu, un conocido accidente geográfico del planeta enano. Allí se encuentran los canales adyacentes de Virgil Fossae, caracterizados por su color rojo. Según explican los investigadores en su estudio, unos pocos cráteres cercanos comparten esta coloración. Esa zona coincide con los hallazgos de agua en base al sobrevuelo de New Horizons.

 

"La presencia de amoníaco en el agua hace posible que exista un océano líquido bajo la corteza helada del planeta enano", dijo Dalle Ore. La extensión de este océano permanece desconocida; podría constar de solo unas pocas bolsas de agua líquida, o podría constituir una capa acuosa debajo de toda la superficie de Plutón.

 

Y agregó: "Mi próxima tarea es tratar de determinar la ubicación de todos los respiraderos desde los cuales se podría haber rociado el agua y el amoníaco en un intento por hacer un mapa del tamaño del océano".

 

Un capa de gas aislante

 

Científicos en Japón y EE.UU. habían anunciado la semana pasada el descubrimiento de una capa de gas que podría actuar como aislante para evitar que se hiele un océano interior en Plutón. El estudio fue publicado la revista Nature.

 

Se trata de una investigación conjunta desarrollada por la Universidad de Hokkaido University, el Instituto de Tecnología de Tokio, la Universidad de Tokushima University, la Universidad de Osaka, la Universidad de Kobe y la Universidad de California.

 

De acuerdo con sus expertos, la existencia de capas de gases aislantes bajo superficies heladas de objetos celestes sugiere que quizá haya más océanos en el universo de los que se creía hasta ahora.

Para este estudio, los científicos analizaron simulaciones por computadora diseñadas a partir de las imágenes tomadas por la sonda New Horizons.