El hallazgo del cuerpo de Daniel Cipolat, de 61 años, generó conmoción en la prensa mexicana. Sus restos fueron encontrados enterrados en el patio de la casa de su secretaria. El argentino, que llevaba una década viviendo en México, se dedicaba a dar conferencias sobre asuntos cósmicos y era conocido por su apodo de "Dandelion" (diente de león).

En una publicación en sus redes sociales, hace un mes, había contado que tenía coronavirus.

“Esta vez me tocó a mi. Salí positivo de Covid variante Delta. Qué les puedo decir? Ahí viendo al cuerpo a ver qué hace. Por lo pronto, no responde a ninguna medicación. Sigue su proceso tremendamente debilitante y molesto. No tengo miedo, estoy abierto para cualquier desenlace y lo que deba ser. Estoy transitando por mi noveno día. Para mí todo está siendo digitado a través de la tecnología de microondas. Cuando todo haya terminado, si estoy para contarlo, daré mis conclusiones. Los abrazo con mi corazón. Cuídense!”, compartió con sus más de 20 mil seguidores en Instagram.

Ahora, la justicia mexicana investiga si esa publicación fue escrita por él o por su secretaria personal Linda Uribe, una mujer de nacionalidad mexicana que está prófuga tras confesarle a uno de los hijos del argentino que había enterrado el cuerpo de su padre en su jardín. En ese momento, la historia tuvo un giro inesperado y los hijos del conferencista decidieron elevar la denuncia para que llegara a la Embajada argentina en México.

Desde el momento de su muerte hasta la confesión de Uribe, el cuerpo de Cipolat estuvo un mes desaparecido. Con la confesión de la mujer, las sospechas sobre un posible asesinato crecieron. Nicolás, el hijo del conferencista, decidió viajar a encontrarse con Uribe para asesorarse sobre lo que le había ocurrido a su padre, buscar el cuerpo y poner todo en manos de la justicia.

Sin embargo, cuando llegó al lugar Uribe ya no estaba. Inmediatamente dio parte a las autoridades, se dispuso un operativo y lograron verificar y rescatar el cuerpo de la víctima en el patio de la propiedad donde la secretaria vivía.

En el lugar no se encontró documentación ni otro tipo de pertenencias. El cuerpo de Daniel fue sometido a una necropsia para determinar la fecha y causa de su muerte. 

Personal ciber-policial perita los últimos mensajes del fallecido para constatar si fue su secretaria quien los redactó y, de ser así, avanzar en la investigación sobre la posibilidad de un crimen planificado.