El Gobierno británico confirmó ayer que reforzará el dispositivo militar en las Islas Malvinas, al advertir que se mantiene ‘una amenaza muy viva‘ en el archipiélago, y subrayó que ‘le corresponde a Argentina abandonar los reclamos‘ de soberanía porque ‘no tienen fundamento en la ley internacional‘.

En respuesta al anuncio que realizó el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, el Gobierno nacional denunció que Gran Bretaña ‘agita el fantasma de una presunta amenaza argentina‘ sobre las Islas Malvinas para ‘aumentar el presupuesto militar británico y consolidar la creciente militarización‘ del archipiélago.

Tras un análisis sobre la capacidad defensiva de estas islas bajo soberanía británica, el ministro de Defensa anunció ayer en el Parlamento que el Gobierno invertirá 180 millones de libras (268 millones de dólares) en los próximos 10 años a fin de asegurar la protección de los habitantes de ese territorio.

De acuerdo con este plan, conocido poco antes de las elecciones generales británicas del 7 de mayo, Londres enviará dos helicópteros Chinooks, que se espera estén operativos a mediados del año próximo, y modernizará su sistema de defensa aérea, entre otras medidas.

Los helicópteros podrán reaccionar inmediatamente ante cualquier ‘incidente de emergencia‘ y, al mismo tiempo, ayudarán a facilitar entrenamiento a la fuerza de Infantería que está en las islas, ocupadas por unas 3.000 personas, en su mayoría de origen británico.

Además, Londres tiene intención de modernizar su sistema de defensa aérea una vez que el actual, conocido como Rapier, quede fuera de servicio a mitad de la presente década.

Rapier es un sistema de misiles tierra-aire desarrollado por el Ejército británico y la Real Fuerza Aérea (RAF).

Dentro de este programa de defensa está también la mejora de las comunicaciones en las instalaciones de Mount Pleasant, donde está la base militar británica y el aeropuerto, mientras que Londres mantendrá en la zona una embarcación de patrulla, tareas que realiza actualmente el ‘HMS Clyde‘ de la Royal Navy (Marina).

A pesar de esta decisión, Fallon explicó que el personal militar y civil desplegado en las islas se mantendrá sin cambios, en cerca de 1.200 personas.

Según la prensa, el plan de Londres obedece, al parecer, a los contactos de Rusia con Argentina para llegar a un acuerdo de arrendamiento de bombarderos de largo alcance Sukhoi SU-24.

En tanto, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, definió como ‘una burda y sucia propaganda‘ a la versión de un diario inglés sobre una supuesta ‘invasión argentina‘ con apoyo de Rusia a Malvinas y la atribuyó a una ‘excusa del lobby militar‘ del país europeo para ‘seguir gastando‘ en el sector en momentos de ‘crisis económica‘.