Celulares y tablets. La aplicación de seguridad familiar “Family Link” fue pensada para que los padres puedan monitorear celulares y tablets.

 

Google presentó una aplicación de seguridad familiar “Family Link” pensada para que los padres puedan monitorear a distancia los celulares y tablets usadas por niños menores de 13 años, con la posibilidad de administrar funciones centrales como filtros de búsqueda y cantidad de horas de uso de los dispositivos. Desde ayer estaba disponible en Argentina, Brasil, Chile y México. También está activa en países anglosajones.

La app llegó a Latinoamérica con el fin de que los padres puedan “acompañar a sus hijos en la medida en que se abren camino en el mundo digital” a edades tempranas, resaltó la empresa durante una presentación realizada por estas horas.

Además, los mayores podrán controlar cómo los chicos se exponen a determinados contenidos online. Una vez instalada en ambos dispositivos (en los del niño y el mayor), el adulto podrá conocer la posición del smartphone del niño; el tiempo de uso total y por aplicación; habilitar o rechazar la instalación de nuevo software; establecer filtros de contenidos; programar una hora de apagado del teléfono e, incluso, el bloqueo instantáneo del mismo.

Sin embargo, desde la empresa remarcaron que la aplicación no sirve para controlar los contenidos que los chicos reciben a través de desarrollos ajenos a Google, como pueden ser Whatsapp o Instagram, ya que el adulto sabrá cuánto las usa el niño pero no para qué.

Por esa razón, destacaron que no se trata de una aplicación de control total sino de una oportunidad para reflexionar sobre el uso de lo digital en la niñez. “Este es un tema bien complicado para las familias, porque los chicos están usando tecnología tempranamente pero no quieren un dispositivo especial o para niños. Esto permite a los padres mantenerse involucrados en un proceso dónde lo importante es el diálogo”, explicó Charles Zaffaroni, gerente de producto para Family Link.

Los padres podrán instalar la app en dispositivos con sistemas operativos Android 7 o superiores y, en poco tiempo, en los que tengan el iOS de Apple, pero Google aclaró que los celulares de los chicos deberán estar equipados exclusivamente con Android. “Que usen Android es la única manera en que podemos asegurarnos que todas las funciones del teléfono están bajo control”, agregó Zaffaroni a través de una videoconferencia que unió Estados Unidos con las oficinas porteñas de Google.

Todo el ecosistema Family Link soporta hasta seis integrantes por grupo familiar, permitiendo que uno o dos adultos supervisen -dependiendo el caso- a cinco o cuatro niños. Una vez que se completa la instalación, los padres deberán crear una cuenta de Google especial para chicos menores de 13 años que tiene “términos y condiciones” especiales de consentimiento que los adultos deben aceptar.

En medio del debate sobre el uso de los datos personales, Zaffaroni explicó que esas “políticas especiales” que los padres aceptan incluyen en compromiso expreso por parte de Google de que ninguno de los datos de los chicos serán usados para campañas de publicidad dirigidas a ellos.

Desde el punto de vista de los chicos, su smartphone será físicamente igual al de un adulto, pero tendrá protección de contenido a la hora de buscar en la web, deberá consultar antes de instalar una aplicación y estará expuesto a las limitaciones de tiempo de uso fijadas por el padre.

Por su parte, los chicos podrán saber qué datos y funciones está monitoreando el adulto a cargo.

Para mejorar la experiencia y que la aplicación no sea vista como un control unidireccional, los expertos de Google destacaron como necesario un diálogo fluido en el que se explique a los más chicos el porqué de las restricciones y se insista para que puedan comprender qué datos deben mantener en secreto para resguardar su intimidad.
 

Más temprano
 

La aplicación lanzada por Google para que los padres puedan monitorear a distancia los celulares y tablets de sus hijos se presenta en un momento en que el acceso a teléfonos móviles sucede a edades cada vez más tempranas, y genera que los chicos comiencen a usar redes sociales desde entre los 8 y 10 años.

 

Fuente: Télam