El Ejército de Honduras derrocó ayer al presidente Manuel Zelaya debido a sus intentos de lograr una reelección y lo llevó por la fuerza a Costa Rica, mientras el Congreso, apoyó la acción militar y nombró al titular del Parlamento, Roberto Micheletti como nuevo presidente.

Esta toma de poder por la fuerza cosechó el rechazó internacional con EEUU a la cabeza.

El nuevo presidente, que prestó juramento ayer mismo, estará en el cargo hasta que termine el mandato que le correspondía a Zelaya, el 27 de enero de 2010.

Para destituir a Zelaya el Parlamento alegó que incurrió en "reiteradas violaciones" de la Constitución, otras leyes y sentencias judiciales.

Los portavoces del Legislativo negaron que se trate de un golpe de Estado y se declararon convencidos de estar haciendo lo correcto, porque Zelaya siguió adelante con una consulta popular con vistas a una reforma constitucional, a pesar de que la Justicia, el Congreso y otros órganos del Estado la declararon ilegal.

Previamente, los congresistas habían aceptado una carta de renuncia, a la que Efe tuvo acceso, firmada por Zelaya, pero que este no reconoce como de su autoría.

De hecho, Zelaya había dicho poco antes en San José, adonde llegó ayer después de ser detenido en su residencia y embarcado contra su voluntad en un avión rumbo a esa capital, que sigue siendo el presidente legítimo y que su intención es agotar su mandato.

"Soy el legítimo presidente de Honduras y sólo el pueblo tiene el poder de quitarme de ahí, no un grupo de gorilas", dijo.

Unas 3.000 personas se mantenían concentradas ayer frente a la Casa Presidencial, en Tegucigalpa, para hacer una "resistencia pacífica" después de que el presidente del país, Manuel Zelaya, fuera detenido y deportado del país. La protesta estuvo marcada por la enérgica presencia de soldados en las calles

exhibiendo sus armas.

Rechazo

El Consejo de ministros de Relaciones Exteriores del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), reunido ayer en Managua, rechazó "la perversión de las normas jurídicas, con las cuales se pretende justificar la ruptura del orden constitucional y democrático de la República de Honduras".

También, demandó la inmediata restitución en su cargo del presidente Zelaya.

En Managua se van a concentrar en las próximas horas presidentes, o sus representantes, de varios países de América Latina para tratar la situación en Honduras y tomar medidas.

Por otro lado, hoy, lunes, tendría lugar en la misma ciudad una reunión del Grupo de Río, convocada en este caso por Correa, cuyo país preside actualmente ese foro.

Antes del nombramiento de Micheletti, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, afirmó que la acción contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, "viola los preceptos de la Carta Democrática Interamericana y debe ser condenada por todos".

Otros funcionarios de alto rango del Gobierno de Barack Obama subrayaron ayer que EE.UU. sólo reconoce como único "presidente constitucional" de Honduras a Manuel Zelaya, quien fue destituido por el Congreso hondureño, y renovaron el llamado para que pueda retornar a su país.

En tanto, la presidenta Cristina Fernández, sostuvo que el Golpe de Estado concretado ayer en Honduras por los militares y la detención del presidente de ese país, Miguel Zelaya, es "un hecho que nos remonta a la peor barbarie de nuestra historia política.