El físico teórico británico Stephen William Hawking, quien murió ayer a los 76 años en su casa de Cambridge, a unos 80 kilómetros de Londres, fue autor de buena parte de los descubrimientos de la astrofísica moderna y un investigador incansable a pesar de padecer una enfermedad neurodegenerativa progresiva que le impidió moverse y hablar.
Hawking nació el 8 de enero de 1942 en Oxford, Reino Unido de Gran Bretaña, en el 300 aniversario del nacimiento de Galileo Galilei, uno de sus predecesores en el estudio del universo conocido por sus avances en el telescopio, y su muerte coincide con el cumpleaños del físico alemán Albert Einstein.
Aunque no sobresalía en la escuela y aprendió a leer a los 8 años, según explicó en su biografía “Breve historia de mi vida” debido a “los métodos poco ortodoxos” que utilizaron sus maestros, desde pequeño tenía gran curiosidad sobre el funcionamiento de las cosas, fomentada por su padre, un médico especialista en enfermedades tropicales.
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personas viven en Argentina con Esclerosis Lateral Amiotrófica, la enfermedad que aún no tiene cura y que padecía el reconocido físico británico Stephen Hawking.
De niño solía acompañar a su padre al laboratorio, donde comenzó su interés por la investigación científica. En 1959 inició sus estudios en la Universidad de Oxford y luego se doctoró en Física Teórica y Cosmología en Cambridge.
Albert Einstein y Stephen Hawking murieron a la misma edad, a los 76 años. Entre otras coincidencias, el 14 de marzo se celebra el “Día Pi”, dedicado a la constante matemática cuyo valor numérico es el 3,14.
Una de las virtudes adicionales de Hawking era su sentido humor, que incluía hacer chistes incluso de las dificultades que le imponía su salud. En los últimos años de su vida adquirió mayor conocimiento público por su participación en la famosa serie The Big Bang Theory, donde se destacó en el capítulo en el que el protagonista Sheldon Cooper se desmaya después de que el físico le corrigiera un error de aritmética.
Tras el anuncio de su muerte, los actores de Big Bang lo recordaron en las redes sociales con publicaciones en las que destacaban su brillantez y sentido del humor. “He vivido con la perspectiva de una muerte prematura por los últimos 49 años. No le temo a la muerte, pero no tengo prisa por morir, quiero hacer tantas cosas antes”, dijo Hawking. “Creo que la explicación más simple es que no hay Dios. Nadie creó el universo y nadie dirige nuestros destinos. Esto me lleva a darme cuenta de que probablemente no hay cielo ni vida después de la muerte. Tenemos esta vida para apreciar la grandeza del universo y por ello me siento profundamente agradecido”, afirmó también el físico británico fallecido ayer. “La desventaja de mi celebridad es que no puedo ir a ninguna parte del mundo sin ser reconocido. No es suficiente llevar gafas oscuras. La silla de ruedas me delata”, reflexionó.
“Me he dado cuenta que incluso las personas que dicen que todo está predestinado y que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, siguen mirando a ambos lados antes de cruzar la calle”, reconoció en una ocasión Stephen Hawking.
También expresó que “el cerebro es como una computadora que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes. No hay Paraíso o vida después de la muerte para las computadoras que dejan de funcionar, ese es un cuento de hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad”.
Entre otras de tantas recordadas frases, consideró que “la vida sería trágica si no fuera graciosa” y que “la inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios”. “Si los extraterrestres nos visitaran, ocurriría lo mismo que cuando Cristóbal Colón desembarcó en América y nada salió bien para los nativos americanos”, remarcó en otra oportunidad.