Roma 19 de marzo.- En su primer homilía, luego de recibir los atributos papales, Francisco envió un claro mensaje al mundo. Pidió cuidar a los niños y ancianos, al medio ambiente y les habló directamente a los gobernantes y representantes de los poderes económicos mundiales. A continuación la homilía completa.

“José es custodio porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad y por eso es sensible a las personas que le han sido confiadas. Sabe leer con realismo los acontecimientos y sabe tomar las decisiones más sabias. Vemos como se responde a la vocación de Dios, con prontitud y también vemos cual es el centro de la vocación cristiana es Cristo, custodiar a Cristo para custodiar a los demás. Antecede y es simplemente humana. Tiene que ver con todos, es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como nos ha mostrado San Francisco de Asís, tener respeto por toda la creación de Dios.

“Significa custodiar a la gente, con el amor de Dios, cuidar a los niños y a los ancianos, a aquellos que están en la periferia de nuestro corazón. Los cónyuges tienen el cuidado de los hijos y los hijos, con el tiempo, de los padres. Significa vivir con sinceridad las amistades. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre y es una responsabilidad de todos”.

“Sean custodios de los dones de Dios. Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad de custodiar, encuentra lugar la destrucción y el corazón se vuelve árido. En toda época ha habido personas que han hecho planes de muerte”.

“Quisiera pedir a todos aquellos que ocupan roles de responsabilidad en el ámbito políticos y económicos, seamos custodios de la creación, del designio de Dios que se inscribe en la naturaleza. No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen los caminos de nuestro mundo”.

“Para custodiar también tenemos que cuidar de nosotros mismos. El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Vigilar sobre nuestro corazón, de donde salen las intenciones buenas y malas, las que construyen y las que destruyen”.

“No tenemos que tenerle miedo a la bondad. No tenemos que tener miedo de ser tiernos”, pidió.

“Celebramos al nuevo obispo de Roma, que implica un poder. Jesús ha dado un poder a Pedro. Tres veces Jesús le pregunta a Pedro sobre el amor. Custodia ovejas, custodia mis corderos. No olvidemos que el verdadero poder es el servicio y el Papa para ejercer el poder debe siempre entrar en ese servicio que tiene su cumbre luminosa en la cruz".

"El papa tiene que mirar el servicio humilde y como José recibir con afecto y ternura a toda la humanidad. En especial a los más pobres, a los más débiles, a aquellos que tienen hambre y sed. Solo quien sirve con amor sabe custodiar. Hoy, ante tantos cielos grises necesitamos ver la luz de la esperanza, custodiar la creación con una mirada de ternura y amor y abrir el horizonte de la esperanza”.

“Recen por mí, amen”