Ciudad del Vaticano, 24 de junio.- El papa Francisco dedicó hoy
su catequesis de la audiencia general al sufrimiento de los niños
por la separación de un matrimonio, pero afirmó que en algunos casos
‘es inevitable‘ cuando se hace para proteger a los más débiles.

‘A veces (la separación) puede incluso ser moralmente necesaria
cuando se intenta proteger al cónyuge más débil o a los hijos más
pequeños de las heridas causadas por la prepotencia, la violencia,
la humillación, la extrañeza y la indiferencia‘
, explicó.

Sobre estas situaciones familiares, que el papa dijo no le gusta
llamar ‘irregulares‘, Francisco animó a interrogarse sobre ‘cómo
ayudar o cómo acompañar‘ a estas familias.

Francisco se detuvo hoy a reflexionar ‘sobre las heridas que se
producen en la misma convivencia familiar‘.
‘Se trata de palabras, acciones y omisiones que, en vez de
expresan amor, hieren los afectos más queridos, provocando profundas
divisiones entre sus miembros, sobre todo entre el marido y la
mujer‘, señaló el pontífice.

Y destacó cómo ‘si estas heridas no se curan a tiempo se agravan
y se transforman en resentimiento y hostilidad, que recae sobre los
hijos‘
.

Para el papa ‘cuando los adultos pierden la cabeza, cuando cada
uno piensa en sí mismo, cuando papá y mamá se hacen daño, el alma de
los niños sufre mucho, siente desesperación y son heridas que dejan
huella‘.

Y recordó cómo muchas veces los niños que viven estas situaciones
se esconden para llorar solos.
También destacó que ‘no faltan los casos en que los esposos, por
la fe y el amor a los hijos, siguen dando testimonio de su fidelidad
al vínculo en el que han creído‘
.