Las discotecas en Francia permanecerán cerradas tres semanas más desde el 3 de enero, informó hoy el Gobierno, después de que el país registrara un récord de casi 180.000 nuevos casos de Covid-19.
El anuncio llegó horas antes de que el Parlamento francés empiece a debatir una nueva ley que requiere un "pasaporte de vacunación", y ya no un test negativo, para acceder a restaurantes, cines, museos y otros lugares públicos en un intento por animar a la población a vacunarse contra el Covid.
Los cerca de 1.600 clubs nocturnos del país llevaban cerrados desde el 6 de diciembre por un periodo inicial de cuatro semanas coincidiendo con el periodo navideño, a fin de evitar la propagación del virus, cuya variante Ómicron se ha revelado especialmente contagiosa.
Pero ayer, Francia registró 179.807 nuevos casos en 24 horas, un récord para un país europeo desde el inicio de la pandemia, hace dos años, y un aumento exponencial frente a los 100.000 casos del sábado.
Enfrentado a esta disparada de casos, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron anunció esta semana una serie de restricciones que entrarán en vigor la próxima, después del Año Nuevo, entre ellas que los grandes eventos se limitarán a 2.000 personas en lugares cerrados y 5.000 al aire libre.
También se prohibirá comer y beber en los teatros, en los recintos deportivos y en el transporte público; y trabajar desde casa será obligatorio al menos tres días a la semana siempre que sea posible.
Además, el Gobierno envió al Parlamento un proyecto de ley que empezará a ser debatido hoy con vistas a ser votado el mes que viene para crear un pase de vacuna que permitirá que solo las personas vacunadas, y ya no a los que presenten un test negativo de Covid-19, ingresen a lugares públicos, incluidos restaurantes, bares y cines.
Francia ya tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo. Anteriormente, el llamado "pasaporte sanitario" también podía obtenerse proporcionando una prueba de covid negativa reciente, incluso en ausencia de vacunación.
El ministro de Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne, dijo hoy a la radio France Inter que la decisión de prolongar el cierre de los locales nocturnos también fue tomada esta semana por el Gobierno, en su apuesta por frenar la propagación de Ómicron.
Lemoyne aseguró que las empresas recibirán ayudas para compensar las pérdidas por el cierre en temporada festiva, informó la agencia de noticias francesa AFP.
El ministro de Interior, Gerald Darmanin, animó esta semana a las autoridades locales a limitar las reuniones públicas y festejos el Año Nuevo, en particular imponiendo el uso obligatorio de mascarillas en exteriores y garantizando mediante presencia policial el cumplimiento de la prohibición de consumo público de alcohol durante la noche.
Francia, una de los países más afectados por la pandemia, acumula unas 123.000 muertes por Covid-19, entre más de 9,1 millones de contagios.
Fuente: Télam