Una nueva y masiva filtración de documentos del Pentágono a través de la página de internet Wikileaks revela que desde la invasión estadounidense en Irak, en 2003, han muerto más de 100.000 iraquíes, de los cuales unos 70.000 son civiles.

Así consta en los 391.000 documentos que comenzaron a divulgar ayer diarios de todo el mundo y que fueron facilitados por Wikileaks, la polémica organización que en julio pasado publicó 92.000 informes secretos de las Fuerzas Armadas de EEUU en Afganistán.

Hasta ahora, ni el Gobierno de EEUU ni las fuerzas aliadas han facilitado un número oficial de las víctimas iraquíes que ha ocasionado el conflicto, con el argumento de que no se llevaba una contabilidad al respecto.

Sin embargo, los documentos del Pentágono a los que tuvo acceso la organización dan cuenta, por ejemplo, de la muerte de 109.032 personas entre el año 2004 y 2009, de los que más de la mitad, 66.081, eran civiles inocentes.

A estos se suman otras 15.000 muertes que habían sido contadas previamente.

En los documentos hay narraciones de jornadas sangrientas, como el 31 de agosto de 2005, cuando murieron más de 950 personas en una estampida en un puente de Bagdad, o el 14 de agosto de 2007, cuando un camión bomba mató a más de 500 personas en una zona rural lindante con Siria.

El mes más mortífero fue diciembre de 2006, cuando fallecieron un total de 2.566 iraquíes.

La mayor parte de las muertes, cerca de 30.000, se produjeron a consecuencia de las minas colocadas por los insurgentes a lo largo del territorio del país.

Pero los documentos también revelan situaciones lamentables en que las tropas estadounidenses, por error, accidente o precipitación mataron a civiles inocentes, lo que disparó el odio contra los estadounidenses en el país árabe.