La reina de Inglaterra Isabel II se unió ayer a una flota de 1.000 barcos para celebrar sus 60 años en el trono, en uno de los acontecimientos más deslumbrantes en el río Támesis de Londres (capital británica) en los últimos 350 años. Las campanas repicaron en señal de saludo a la dorada barcaza real en la que la reina navegó.