Nueva York, 13 de marzo.- Seis personas murieron, más de 20 resultaron heridas y varias eran buscadas bajo escombros luego del derrumbe de dos edificios en el barrio de Harlem, en Manhattan, debido a una fuerte explosión por un escape de gas que causó pánico entre los neyorquinos.
El potente estallido ocurrió a las 9.30 (10.30 en la Argentina) en un edificio del Harlem, en el norte de Manhattan, apenas 15 minutos después de que un vecino llamó a la empresa ConEdison para alertar sobre un fuerte olor a gas en la zona.
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La explosión, que afectó a otro edificio vecino, provocó el derrumbre casi completo de ambos inmuebles, así como la muerte a dos mujeres, heridas a 22 personas -dos se encuentran en estado crítico y cinco graves-, mientras que al menos 12 aún permanecían desaparecidas.
Tras el siniestro se movilizaron al lugar más de 200 bomberos.
El Harlem es un barrio en el que viven muchos latinos, por lo que las autoridades presentes en el lugar del siniestro lanzaron una llamada en español.
‘Cualquier persona que conozca a otra y que haya vivido en este edificio que se comunique. No tengan miedo de pedir ayuda, por favor llamen al 311 para poder darle la asistencia que necesiten‘, fue el mensaje en español, informó el diario The New York Times.
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En los edificios afectados -uno de cinco pisos y el otro de seis-había 15 departamentos, todos ellos habitados.
Además, en la planta baja de uno de ellos se encontraba Absolute Piano, una tienda dedicada a la reparación de estos instrumenos.
En el otro, de una estructura similar, funcionaba una congregación religiosa: la Spanish Christian Church.
La explosión por el escape de gas rompió los vidirios de los edificios vecinos, y el intenso humo que causó podía verse desde los edificios más altos en el centro de Manhattan.
El derrumbe obligó además a suspender el servicio de tren del Metro-North, que conecta Manhattan con los suburbios del norte de la ciudad, debido a que los edificios están al lado del paso elevado del tren y parte de los escombros cayeron sobre la vía.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, confirmó las cifras fatales en una conferencia de prensa desde el lugar del siniestro, en la que compareció acompañado por el jefe de Policía, Bill Bratton, el comisionado del cuerpo de Bomberos, Salvatore Cassano, y la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito.
‘La tragedia se originó por una explosión de gas y sabemos que hemos perdido a dos personas y que hay 18 heridos de diversa consideración y varias personas desaparecidas‘, dijo De Blasio.
El alcalde demócrata dijo que 15 minutos antes de la explosión un vecino llamó a la empresa ConEdison para alertar de una fuga de gas.
Precisó además que las autoridades procederán a buscar entre los escombros una vez que los bomberos controlen el incendio, informó la agencia de noticias EFE.
‘Ha sido una tragedia del peor tipo porque no hubo ninguna indicación a tiempo que nos permitiera salvar a gente‘, dijo el alcalde, y reiteró que la primera llamada de alerta fue ‘quince minutos antes de la explosión‘.
‘Estaba en la sala cuando sentí una fuerte explosión y entonces se rompieron los cristales y los marcos de las ventanas. En seguida fui a la habitación y había pasado lo mismo‘, relató una mujer dominicana que vive en un edificio contiguo a los siniestrados, informó la agencia de noticias EFE.
La mujer contó que poco después fueron desalojados y manifestó su preocupación porque todavía no sabe dónde pasará la noche, ya que no sabe cuándo podrá volver a sus hogar.
El senador estatal de Nueva York, Adriano Espaillat, de origen dominicano, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y manifestó su preocupación porque uno de los dos edificios afectados, aseguró, tenía decenas de denuncias por irregularidades: desde posibles fallos estructurales hasta violaciones de la normativa de seguridad.
El concejal Ydanis Rodríguez, también dominicano y presidente del Comité de Transportes, dijo que esta explosión confirma la ‘acuciante necesidad‘ de mejorar las infraestructuras de la ciudad, para lo cual hacen falta unos 47.000 millones de dólares, según un reciente informe del Center for an Urban Future.
Esta organización publicó un informe en el que pone de manifiesto las deficiencias estructurales que sufre la ciudad de Nueva York y que quedaron en evidencia tras el temporal Sandy, en octubre y noviembre de 2012.