Tras una nueva jornada de tensión que derivó en su renuncia a la presidencia de Bolivia, Evo Morales volvió a disparar contra Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, a los que consideró "discriminadores y conspiradores", en tanto que insistió con que su salida fue un "golpe".
"Mesa y Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas. Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo. El mundo y bolivianos patriotas repudian el golpe", escribió Evo en su cuenta de Twitter.
En otro mensaje, el ex mandatario le agradeció las muestras de apoyo al pueblo boliviano y dijo que lo hicieron llorar.
"Muy agradecido con la solidaridad del pueblo, hermanos de Bolivia y el mundo que se comunican con recomendaciones, sugerencias y expresiones de reconocimiento que nos dan aliento, fortaleza y energía. Me emocionaron hasta hacerme llorar. Nunca me abandonaron; nunca los abandonaré", agregó.
El domingo, Evo Morales renunció a la presidencia luego de que las Fuerzas Armadas y la Policía le reclamaran públicamente su dimisión a partir de las denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre.
"Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales", había dicho Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios.
En la noche del domingo, Morales habló de un "golpe de Estado", denunció que grupos violentos asaltaron su domicilio y dijo que la Policía tiene una orden de aprehensión contra su persona, lo cual fue desmentido luego por la propia fuerza.