El ansiado rescate de los 33 mineros atrapados desde hace más de dos meses en Chile comenzará en los primeros minutos de mañana miércoles, lo que aceleró los corazones de los trabajadores y de sus familias, que esperan un final feliz para una historia única de supervivencia.
El encargado de anunciar que esta etapa decisiva del Operativo San Lorenzo comenzará a las 0 del miércoles (el mismo horario para Argentina) fue el ministro de Minería, Laurence Golborne. El éxito del rescate no dependerán de que se inicie de día o de noche, dijo el funcionario, dando a entender que es indistinto en qué horario comiencen esas tareas. Golborne señaló que "es indistinto que sea de día o de noche porque las tareas seguramente durarán dos días y dos noches".
Desde hace días se viene anunciando que durará unas 48 horas la operación de ascenso de los mineros. El lunes pasado, el equipo de rescate ya hizo una prueba de la cápsula vacía para ver su desempeño dentro del ducto. También se estipuló que se probara la cápsula con algunos de los socorristas que bajarán a la mina.
El ministro de Minería dijo que la cápsula más ancha descendió hasta los 610 metros de profundidad con un resultado muy "promisorio, positivo". Para el izaje será instalado un sistema de guinche australiano. Esta primera prueba llevó al optimismo de autoridades de que se acerca un futuro rescate exitoso de los 32 mineros chileno y uno boliviano, que han sobrevivido con dietas especiales suministradas a través de un pequeño orificio por el cual el 22 de agosto agitaron los corazones del mundo al avisar a través de un escrito en un papel que estaban vivos.
De todos modos, el fracaso de la operación no deja de ser factible, puesto que la cápsula podría quedar atascada con uno de los mineros en el ascenso de los 622 metros, debido al largo de la jaula, desviaciones o posibles desmoronamientos al interior del ducto que sólo fue reforzado parcialmente.
La cápsula está equipada con un arnés para sujetar a los mineros, un tubo de oxígeno y un micrófono. El casco del minero tiene altavoces para una permanente comunicación en el ascenso con el equipo de rescate que lo aguarda en la superficie.
Si la jaula llegara a quedar atascada en su ascenso, posee un sistema de emergencia para que el minero active su desmontaje en dos, lo que implicaría que el hombre pueda regresar al fondo de la mina en una parte de la cápsula y apoyado en un sistema hidráulico.
En caso de que fallara este plan, el equipo de rescate deberá remover el resto de la cápsula que quedó atrapada en el ducto y que podría ser reemplazada por una más pequeña para continuar con las labores en el conducto. Pese a que el sábado fue lograda la perforación crucial del ducto por el cual esperan evacuar a los mineros, el equipo a cargo del rescate decidió que otra máquina, llamada el "Plan C", siga adelante con una perforación en paralelo que realiza en la mina desde hace varias semanas.
Su meta son 580 metros de profundidad y ya lleva cerca de 457 metros en un diámetro mayor que el ducto que se empleará para el rescate y en un ángulo más directo, lo que permitiría un ascenso de la cápsula sin tanto desvío o fricción. Pero este plan atrasaría las labores de evacuación al menos una semana más.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, informó a la prensa que "ya se bajó una cámara y los resultados vistos son muy promisorios dado que la jaula de rescate se adaptó al terreno, tanto en los lugares encamisados con un total de nueve tubos de acero como el sector mayoritario a recorrer a roca viva".

