En tanto, más de 20 mil españoles protestaban ayer, por sexto día, contra el desempleo, mientras el Gobierno evaluaba cómo calmar la furia que desató la prohibición de concentraciones por los comicios municipales de mañana.

Tras las movilizaciones celebradas ya en los últimos días en algunas ciudades de Europa occidental, como París, Berlín o Lisboa, ayer las protestas se extendieron además a Centroeuropa.

En Budapest, decenas de jóvenes se reunieron ante la embajada de España para apoyar la protesta con carteles en los que se podían leer frases como: "Estamos hartos".

Situaciones similares se vivieron en Praga, Varsovia y Viena, donde se concentraron a través de las redes sociales en apoyo al Movimiento 15-M (15 de mayo día que comenzaron las protestas). "No es una concentración contra el Gobierno de España, sino contra el mal uso que los políticos están haciendo de la democracia", aseguró, uno de los organizadores de las manifestaciones en la República Checa. En tanto, en Varsovia, y en Atenas cientos de jóvenes se juntaron para reclamar por el alto índice de desempleo.

En París, decenas de jóvenes "tomaron" la Plaza de la Bastilla por segundo día consecutivo, y con una enorme pancarta llamaron al "levantamiento" a "las personas de todo el mundo". Mientras que en la capital belga cerca de 500 personas, según la Policía, se congregaron ante la embajada de España, bajo el lema "En Bruselas también sale el Sol", en referencia a la Puerta de Sol de Madrid (plaza donde se concentran las manifestaciones españolas).

En Londres, por tercer día consecutivo, unas 400 personas se concentraron frente a la embajada española y realizaron un cacerolazo para demandar un cambio en el modelo democrático y en las condiciones de precariedad laboral. En tanto, fuera de Europa, hubo protestas en Israel y Marruecos, y se esperan movilizaciones en EEUU.