Los empleados de la petrolera brasileña Petrobras afirmaron ayer que Brasil quedó un 60 por ciento más pobre tras concederle a un consorcio integrado por cinco empresas los derechos para la explotación de Libra, el mayor yacimiento petrolero hasta ahora descubierto en el país.
‘Antes de la subasta, Brasil era dueño del 100 por ciento del mayor campo de petróleo del país. Ahora, el pueblo brasileño quedó un 60 por ciento más pobre‘, aseguró Joao Antonio de Moraes, presidente de la Federación Única de los Petroleros (FUP), en un comunicado de la central sindical que agrupa a la mayoría de los trabajadores de Petrobras.
De acuerdo con el líder sindical, tras la subasta, el país se quedó ‘en la mejor de las hipótesis‘ con el 40 por ciento de la riqueza petrolera, ya que tal es la participación de la estatal Petrobras en el consorcio que se adjudicó la licitación.
El consorcio vencedor de la subasta realizada ayer en Río de Janeiro, el único que presentó una oferta, está integrado, además de Petrobras, por la francesa Total (20 por ciento), la anglo-holandesa Shell (20) y las chinas China National Corporation (10) y China National Offshore Oil Corporation (10). Petrobras tenía garantizada por ley una participación del 30 por ciento, que elevó al 40 por ciento en las negociaciones.
El campo de Libra se encuentra en la cuenca marítima de Santos, a 183 kilómetros de la costa de Río de Janeiro. La subasta fue realizada en un lujoso hotel de Río de Janeiro en medio de protestas lideradas por empleados de la Petrobras y por
militantes de izquierda, que fueron dispersados por un riguroso cordón de seguridad.
