El fantasma del default sobrevoló nuevamente ayer sobre Argentina después de conocerse otro fallo judicial en Nueva York a favor de los fondos buitres y que emplazó al país a pagar a los holdouts 1.330 millones de dólares, antes del 15 de diciembre. En esa fecha el país debe afrontar, además, un pago de intereses de la deuda del cupón del PBI por otros 3.140 millones de dólares.
La mala noticia para el Gobierno argentino, que ya anunció que apelará la medida el lunes, provino, una vez más, del juez Thomas Griesa, que se expidió en la noche del miércoles, víspera del Día de Acción de Gracias en EEUU.
El lunes vamos a pedir la revisión de este fallo a la Cámara de Apelaciones. Si es necesario, vamos a recurrir a cada una de las instancias judiciales, incluso la Corte Suprema de los Estados Unidos, para defender los intereses de nuestro país”, aseguro ayer el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
En conferencia de prensa, Lorenzino calificó el fallo del juez del Distrito Sur de Manhattan, como ‘injusto e ilegal‘, para la legislación nacional, y consideró que ‘violenta la soberanía del Estado argentino‘. También acusó a Griesa de ‘colonialismo judicial’ por pasar por encima de leyes argentinas.
‘Lo único que falta es que nos mande la Quinta flota‘, dramatizó. La decisión de Griesa indicó que los bonistas que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010 deben cobrar en un pago el 100% del capital y los intereses de la deuda en su poder.
El juez recordó en su fallo que ‘en diciembre de 2012, hay pago de intereses a los tenedores de bonos reestructurados por aproximadamente 3.140 millones de dólares. Presumiblemente, la Argentina tiene pensado pagar 100% de lo que debe, pero hay actualmente deudas que se le debe a los demandantes‘, recordó Griesa.
La medida del juez neoyorquino dispone que la Argentina debe pagarle a los holdouts, incluidos los fondos buitre, el total de lo que se les debe antes del 15 de diciembre próximo.
‘Para poder cumplir con la orden judicial, Argentina tiene que pagarle a los demandantes el 100% de esos 1.330 millones al mismo tiempo o antes de que les pague a los tenedores de bonos reestructurados‘, sostuvo el juez.
Los fondos deberán depositarse igual. Si Argentina decide pagar se abonarán y si decide apelar, el Juzgado los retendrá en garantía. Si Argentina gana la apelación se le reintegrarán. En cuanto a los intereres, dictaminó que deberán
ser calculados y acordados por las partes y dio tres días a la Argentina para que notifique a los bancos sujetos a embargo las cuentas en custodia. Fuentes: (DyN, Télam)

