El gobierno de Japón aprobó este jueves por la vía rápida el uso del medicamento antiviral remdesivir para los pacientes de COVID-19, después de que el fármaco recibiera luz verde en Estados Unidos la semana pasada. El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar dio su visto bueno tras mantener una reunión con un grupo de expertos, según la cadena estatal nipona NHK.
El medicamento patentado por la farmacéutica estadounidense Gilead se convierte en el primero en obtener el permiso necesario de las autoridades japonesas como tratamiento para pacientes infectados del nuevo coronavirus. En el país, no obstante, ya se emplea de forma experimental el antiviral favipiravir, de la farmacéutica Fujifilm Toyama Chemical y desarrollado originalmente para combatir la gripe, y se espera también su aprobación por la vía rápida para finales de este mes.
El remdesivir, que se administra por vía intravenosa y se emplea para pacientes con síntomas más graves de COVID-19, recibió la “autorización de emergencia” del gobierno de EEUU tras un reciente ensayo clínico que mostraba que el fármaco acortaba el tiempo de recuperación de algunos pacientes. Pese a las grandes expectativas que había generado como potencial tratamiento contra el COVID-19 este fármaco originalmente desarrollado para tratar el ébola, hay estudios que señalan que su eficacia contra el nuevo coronavirus no está clara.
El gobierno de Japón declaró el estado de alerta sanitaria a comienzos de abril ante el aumento de número de contagios, y el pasado lunes decidió extender esta medida hasta finales de este mes para reducir al mínimo posible las nuevas infecciones. Hasta el momento se han registrado unos 16.000 contagios del nuevo coronavirus y 590 fallecimientos, según los últimos datos facilitados por las autoridades locales.
El director del laboratorio Gilead había afirmado el domingo que Washington no iba a impedir las exportaciones del antiviral. “Creo que estamos de acuerdo con el gobierno estadounidense para tratar tanto a los pacientes de aquí en Estados Unidos” como a los de “los demás países”, declaró Daniel O’Day al canal CBS.
“¿Tienen derecho a exportarlo?”, le preguntó una periodista. “Sí”, contestó O’Day. “Hemos exportado miles de dosis para ensayos clínicos y para un uso compasivo”, añadió, refiriéndose a los programas especiales que emplean medicamentos aún no autorizados.
La agencia que regula los medicamentos y los alimentos en Estados Unidos, la FDA, concedió el viernes una autorización urgente de uso del remdesivir. Esa decisión permite que los hospitales usen el tratamiento con los enfermos más graves de COVID-19 sin necesidad de participar en un ensayo clínico.
O’Day estaba junto con el presidente Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, cuando se anunció la aprobación de la FDA y la donación de 1,5 millones de dosis por parte de Gilead. Esas dosis permitirán tratar “entre 100.000 y 200.000 pacientes”, según la duración del tratamiento (entre cinco y 10 días), dijo a CBS.
“Hemos entregado (al gobierno) todas las reservas de las que disponíamos en nuestra cadena de suministros”, dijo. “Los pacientes podrán acceder a ellas aquí (…) en Estados Unidos y en el resto del mundo, cuando se tomen otras decisiones reguladoras en esos países”, precisó. El gobierno estadounidense determinará dónde se envían esas dosis.
El remdesivir, desarrollado para curar a los enfermos de ébola, es el primer tratamiento que demuestra su eficacia contra el nuevo coronavirus en un ensayo tan amplio (más de 1.000 pacientes), aunque su efecto se considera como modesto.