Paris, 26 de agosto (Télam, especial).- En Francia, las penas por consumir marihuana pueden alcanzar un año de prision y hasta 3.750 euros de multa, mientras los automovilistas que conduzcan bajo los efectos del cannabis pueden perder su registro por dos años y pagar 4.500 euros.
La legislación francesa no establece divisin entre las drogas duras o blandas; por eso, desde hace mas de 20 años existe la "llamada del porro" donde cada 18 de junio militantes pro-cannabis (la sustancia psicoactiva de la marihuana) reclaman la despenalización de la sustancia y el retiro de la lista que la ubica junto a otras drogas duras.
Esto data de los años de pos-guerra cuando Estados Unidos impuso a los países europeos que adherieran a su ley "Marihuana Tax Act", de 1937 como condición para otorgar el Plan Marshall.
Segun cifras oficiales, existen en Francia más de 3.000.000 de consumidores regulares de marihuana, lo que ubica al país galo como uno de los países europeos con mayor cantidad de fumadores de marihuana junto con España e Italia.
El 80% de las detenciones que realiza la policía relacionadas a la droga son de pequeños consumidores de marihuana, segun informó el Ministerio del Interior galo el año pasado, por lo que alrededor de 100.000 personas son inculpadas cada 12 meses, de las cuales solo "algunas centenas" son condenadas.
Esta cifra ubica a Francia como el país europeo con mayor inculpaciones por canabis.
En 2002, en plena campana electoral, el socialista Lionel Jospin buscó seducir al voto joven afirmado que trabajaría en favor de la despenalizacion, pero no llegó a la segunda vuelta para disputarle la presidencia a Jacques Chirac y su proyecto naufragó.
Cuatro años más tarde, el Primer Ministro Jean Pierre Raffarin busco modernizar la ley de 1970 y aliviar las penas y multas, pero la mayoría gobernante bloqueó el intento de cambiar la ley por considerar que no podía equipararse una multa por tenencia de drogas a la de una infracción menor como un mal estacionamiento.
