La ola de frío extremo que azota a EEUU con temperaturas que alcanzaron este jueves los 39 grados bajo cero y una sensación térmica de -45 en zonas del medio-oeste del país deja ya al menos 11 muertos y alcanza a cerca del 75 % de la población, lo que supone cerca de 216 millones de habitantes. Estos días hace más frío en el nordeste de EEUU que en Alaska, e incluso más que en la Antártida. El motivo es un vórtice polar, un fenómeno meteorológico propio del Polo Norte que en esta ocasión se ha trasladado al sur. Según el Servicio Meteorológico Nacional de EEUU, un vórtice polar consiste en una amplia área de baja presión y aire que se mueve a modo de remolino y que, por lo general, está estacionada en las regiones polares, pero si se debilita en verano, en los inviernos se expande y puede desplazar mucho aire frío hacia el sur.
Pese a que es un término que se ha popularizado recientemente, se trata de un fenómeno que no es nada nuevo, ya que sucede con bastante regularidad y ocasiona una fuerte caída de las temperaturas frías en el norte de EEUU, de acuerdo a los meteorólogos.