El ex presidente Lula da Silva fue condenado por el caso conocido como el del “tríplex de Guarujá” a 12 años de prisión. La Justicia lo declaró culpable de haber aceptado que la constructora OAS le reformase un apartamento de lujo de tres pisos en Guarujá, en la costa de Sao Paulo, a cambio de favorecer a la empresa en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras.

 

Lula nunca fue el propietario del departamento, pero la fiscalía dijo que la constructora OAS se lo prometió como soborno. Luego de alcanzar un acuerdo judicial, un antiguo director general de la empresa testificó que la casa estaba reservada para el ex mandatario.

 

Sergio Moro, el juez que coordinó la gigantesca investigación anticorrupción “autolavado” que agitó el país en los últimos años, condenó a Lula tras determinar que dirigió una trama corrupta para conceder a OAS contratos gubernamentales por valor de más de US$ 25 millones a cambio del departamento, que en ese momento costaba unos US$ 600.000.

 

La vivienda, de 297 metros cuadrados en el complejo Solaris, está frente a playa Asturias, una de las más concurridas de Guaruja, una ciudad decadente que en su día fue el centro de recreo para la élite del estado de San Pablo. Algunos grandes nombres siguen pasando tiempo en la ciudad, incluyendo el astro del fútbol Neymar, pero ninguno cerca del edificio Solaris.

 

La gente de la zona se refiere al inmueble de 18 plantas y un total de 128 departamentos como el “edificio de Lula”. Inaugurado en 2014, el Solaris cuenta con balcones de cristal menos en el departamento de la azotea, supuestamente reservado para el ex presidente. En esa vivienda hay una modesta piscina, una parillay una zona con muebles de madera.

 

La mayoría de las personas que van al edificio Solaris lo hacen en enero y febrero, coincidiendo con el verano.

 

Y justamente en este enero 2018, el juez Sérgio Moro dispuso el remate público del departamento. Moro fue contra una decisión de una jueza de Brasilia que había embargado el inmueble en la causa por la quiebra fraudulenta de la empresa constructora OAS, que figura como propietaria del triplex ubicado en la playa de Guarujá.

 

 

 

Ésta es la cronología del caso:

 

Enero de 2016: La fiscalía de Sao Paulo cita por primera vez a Lula da Silva a declarar por el caso del tríplex de Guarujá.

 

4 de marzo de 2016: Lula es llevado a declarar forzosamente por el caso de Guarujá. La Policía registra su casa para confiscar documentos.

 

14 de septiembre de 2016: La fiscalía de Paraná, a cargo de los procesos de “Lava Jato”, acusa formalmente a Lula.

 

20 de septiembre de 2016: El juez de “Lava Jato” Sérgio Moro acepta la denuncia contra Lula y abre un juicio por corrupción.

 

12 de julio de 2017: El juez Moro declara a Lula culpable por corrupción pasiva y lavado de activos en el caso del tríplex de Guarujá y lo condena a nueve años y medio de cárcel en primera instancia. El fallo permite a Lula apelar en libertad.

 

24 de enero de 2018: Un tribunal de segunda instancia confirma la sentencia de Moro y aumenta la pena de prisión a 12 años y un mes. Lula puede seguir apelando en libertad, pero la corte abre la puerta a que pueda ser encarcelado tras el fin de la segunda instancia.

 

6 de marzo de 2018: El Superior Tribunal de Justicia (STJ) rechaza un recurso extraordinario de Lula para que se prohíba una posible orden de arresto hasta que el caso sea definitivamente cerrado en todas las instancias posibles (“habeas corpus preventivo”).

 

La defensa de Lula presenta poco después el mismo recurso ante al Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte del país. El STF fija la sesión plenaria para dar su fallo definitivo este 4 de abril.

 

4 de abril:  El Tribunal rechazó, por 6 votos contra 5, un recurso de hábeas corpus que había presentado su defensa luego de que un tribunal en segunda instancia confirmara su condena a 12 años por corrupción.