En la casa de Luis y Matías Villafañe, los sanjuaninos que están varados en Ghana a bordo de la fragata Libertad, tienen sentimientos encontrados. Por un lado, es muy fuerte e indisimulable la emoción y la alegría por el inminente reencuentro después de 20 días de incertidumbre. Por otro, saben que con la orden del gobierno argentino de repatriar a la mayoría de los tripulantes de la nave insignia, se rompe el sueño de los chicos pocitanos de completar el viaje alrededor del mundo y volver a bordo de la fragata.
Ni siquiera habrá premio consuelo para Luis (24) que se había ofrecido como voluntario para quedarse a cuidar la fragata el tiempo que fuera necesario: no está en la lista de los 44 elegidos para quedarse en Ghana para la manutención del navío durante su retención en el país africano. También lamentan que el hermano más chico, Matías (20) pierda su trabajo en el bufete de la fragata al que había ingresado justo para este viaje tras una vacante que había dado doble motivo a la familia para celebrar.
“Están mal los dos, pero el que más lo siente es Luis, él quería quedarse pero no está entre los elegidos”, cuenta a DIARIO DE CUYO, Rosana Mercado, la mamá de este joven que superó un montón de obstáculos, primero para entrar en la Armada y luego para ganarse, a fuerza de estudio y disciplina en la Escuela de Guerra, su pase a la fragata Libertad.
“En su primer intento de entrar a la Armada Luis fue rechazado porque tenía astigmatismo, pero juntamos la plata, se operó y volvió”, relata la mamá, con gran humildad y orgullo por el esfuerzo de su marido, José Villafañe, un albañil que trabaja duro para sostener a sus 5 hijos.
Los chicos tenían fe que el problema se resolvería y podrían regresar con la fragata. Ahora están llenos de incertidumbre. Por lo pronto, según lo informado por la Cancillería argentina, el grupo de 281 tripulantes llegará el miércoles a Buenos Aires en un vuelo de Air France contratado específicamente para la repatriación.
Cabe recordar que un fallo judicial en Ghana ordenó negarle el aprovisionamiento necesario para un buque en puerto.
“Se les ha ordenado viajar con sus pertenencias básicas. No podrán traer los regalitos que compraron a los familiares”, cuenta Rosana que aún no sabe si sus dos hijos vendrán a San Juan tras el regreso. A Matías lo esperan seguro ya que no es miembro de la Armada. Las dudas son con Luis ya que podría quedarse en servicio en Buenos Aires. De todos modos, no descartan que puedan darle licencia a todos los tripulantes de la fragata que regresan hasta tanto se resuelva su situación en el país africano.
La fragata está retenida por orden de la Justicia de Ghana que dio curso a un pedido de embargo realizado por un grupo de bonistas que no adhirieron al canje de la deuda y que reclaman títulos impagos por más de 370 millones de dólares en títulos impagos por el default de 2001.

