Buenos Aires, 10 de diciembre.- Obama reconoció que mucha gente cree que no merece el premio porque no hizo lo suficiente para recibirlo y porque es el presidente de un país que libra dos guerras y acaba de ordenar el envío de otros 30.000 soldados a Afganistán.

En su discurso tras recibir el premio en la Alcaldía de Oslo, el mandatario dijo que la gente debe aceptar la "dura verdad" de que la violencia no puede erradicarse y que a veces es necesario que los países vayan a la guerra para proteger a sus ciudadanos.

Obama reconoció la controversia desatada por su elección para el premio. "En parte esto es porque estoy al comienzo, y no al final, de mi trabajo en la escena mundial", sostuvo, según un cable de Dpa.

"Mis logros son escasos" en comparación con "gigantes de la historia" que recibieron antes el Nobel de la Paz, como Albert Schweitzer o Nelson Mandela, admitió Obama. "Además hay hombres y mujeres en todo el mundo que están en prisión o son golpeados por buscar la justicia".

"No puedo replicar nada a aquellos que piensan que esos hombres y mujeres (…) merecen este honor mucho más que yo".

Por otra parte, también favoreció el debate el hecho de que el premiado sea el comandante en jefe de una nación implicada en dos guerras, añadió Obama al inicio de un discurso en defensa de la paz, los derechos humanos y el desarme.

Acompañado de su esposa Michelle, el jefe de la Casa Blanca recibió el galardón de manos del titular del Comité Nobel Noruego y en presencia de la Familia Real Noruega, y el Gobierno del país nórdico.

Obama, de 48 años, es el tercer presidente estadounidense en el cargo en recibir el prestigioso galardón y el primero en hacerlo en los últimos 90 años. Los anteriores fueron Woodrow Wilson y Theodore Roosevelt, ya que Jimmy Carter lo recibió años después de cumplido su mandato presidencial.