Desde 2014, la zona separatista prorrusa del Este de Ucrania se encuentra inmersa en un duro conflicto fatal. La anexión de Crimea por parte de Rusia el 18 de marzo de ese año desencadenó una serie de movimientos que han hecho de esta guerra en Ucrania un conflicto internacional.
Uno de los orígenes del conflicto está en la región histórica del Rus de Kiev, un territorio que abarcaba parte de las actuales Ucrania, Bielorrusia y Rusia en el siglo IX: su epicentro era Kiev, la capital de Ucrania.
Fue con el reparto de territorios con la II Guerra Mundial cuando la zona bajo dominio polaco pasó a formar parte de la república de Ucrania. Esta no incluía en un principio a Crimea. En 1954 Crimea pasó de manos rusas a ucranianas. En 1991 se produce entonces el colapso de la Unión Soviética. En principio Ucrania mantiene una buena relación con Rusia pero con el tiempo se va produciendo un acercamiento hacia occidente, hasta el punto de que en 2012 se elabora un acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea (UE). Rusia se mostró entonces incómoda.
Desde hace años, la OTAN ha acusado de dar apoyo a los separatistas, algo que Moscú niega. En Ucrania hay ciudadanos que se consideran rusos, concretamente el 17% de la población, un porcentaje que aún es mucho mayor en las regiones prorrusas: en Crimea alcanza el 68%.
Pero también hay intereses económicos de por medio, como el gas, dado que la mayor parte del que calienta los hogares del noreste de Europa viene de Rusia y pasa a través de Ucrania, que cobra porque el combustible atraviesa su territorio.
Y es que Rusia es uno de los principales importadores de gas natural a Europa y muchos de sus gasoductos atraviesan Ucrania para llegar al resto del continente.
No obstante, en esta zona también se mueven importantes intereses de carácter geopolítico: Putin no quiere que Ucrania entre en la OTAN y que la Alianza siga expandiéndose. Al contrario, Moscú quiere que vuelva a su configuración de 1997, a lo que la organización se opone.
Rusia entiende que necesita una serie de estados que actúen como "tapón" entre sus fronteras y las de la OTAN por una cuestión de seguridad nacional. Algo que al día de hoy no ocurre, porque desde los 90 se han sumado 14 nuevos miembros a la OTAN y muchos de ellos son repúblicas post soviéticas. Rusia intenta recuperar la hegemonía del espacio post soviético, creando organizaciones de índole política y económica, y Putin sabe que eso no es posible sin una de las principales economías de la antigua URSS: Ucrania.
Ataque pirata
Los piratas informáticos de la organización Anonymous declararon una "guerra cibernética" a Rusia y se atribuyeron la autoría del ciberataque contra la televisora rusa RT. "Anonymous declara oficialmente la guerra; el colectivo hackeó el sitio web del canal de televisión de propaganda ruso RT", dijo el grupo.

