En medio de un clima de tensa incertidumbre, la Fiscalía General de Alemania liberó ayer al único sospechoso de la masacre en un mercado de Navidad en Berlín arrasado por un camión cargado con acero.

Se trata de un refugiado paquistaní de 23 años que había ingresado por ‘la ruta de los Balcanes’. Ahora se sospecha que el verdadero atacante ‘aún podría seguir libre y armado‘. 

De las 12 víctimas fatales que provocó el atentado del lunes, ya identificaron a siete: seis alemanes y la séptima el verdadero conductor del camión, un ciudadano polaco que había sido secuestrado por el atacante.

El polaco se llamaba Lukasz Urban, tenía 37 años, y el lunes debía llegar a Berlín con su camión de carga en un viaje como muchos otros. ‘Está claro que peleó por su vida. Su cara estaba hinchada y llena de sangre.

La Policía me informó que tenía muchas heridas de bala. Además de haber sido acuchillado, le disparó hasta matarlo‘, contó a la prensa polaca su primo y dueño de la empresa de carga para la que trabajaba, Ariel Zurawski.

En medio del dolor, la canciller alemana, Angela Merkel, aclaró que se trató de ‘un ataque terrorista‘ y adelantó que se sentiría ‘particularmente mal‘ si se tratara de un refugiado, momentos antes de colocar una ofrenda floral en el lugar de la masacre.
 
En ese momento de la jornada, la Policía tenía un solo sospechoso detenido, Naved B, que después debió liberar ante la falta de pruebas que lo vincularan a la masacre.

Se trata de un refugiado paquistaní de 23 años, que, según el diario local Die Welt, había llegado al sur de Alemania el 31 de diciembre de 2015 y, dos meses después, pidió asilo político en Berlín. Residía en el albergue de refugiados instalado en uno de los hangares del antiguo aeropuerto de Tempelhof.

Usaba dos nombres diferentes y tenía antecedentes por delitos menores, pero no se le conocía vinculación con el islamismo. Las pruebas y análisis llevadas a cabo para comprobar si estuvo en la cabina del camión no han dado hasta ahora resultados, lo que justificó su puesta en libertad.

En este contexto, donde el verdadero terrorista estaría libre y la amenaza latente de nuevos atentados, las medidas de seguridad se duplicaron, los mercados navideños permanecieron cerrados y de luto. De los 50 heridos hospitalizados 14 están en estado crítico.
 
El anuncio del gobierno de que el sospechoso detenido era un refugiado provocó una ola de críticas feroces de la extrema derecha alemana y del resto de los países vecinos a la política migratoria de Merkel, quien permitió el año pasado el ingreso al territorio de alrededor de 1 millón de refugiados e inmigrantes.