El Jefe del Pentágono, Mark Espen, se mostró en desacuerdo con Donald Trump y descartó utilizar al Ejército para repeler las protestas derivadas del asesinato de George Floyd.
La negativa de Espen significa una nueva ruptura entre actores políticos de alto calibre y el gobierno comandado por Donald Trump.
El pasado lunes, el mandatario acusó a los gobernadores de ser ‘débiles’ y los urgió a utilizar medidas más extremas para neutralizar las manifestaciones.
‘Tienen que ser dominantes o quedarán como una pandilla de idiotas’, remarcó Trump durante la teleconferencia. Para hacerlo, el Presidente Trump exhortó a retomar la Ley de Insurrección.
Este recurso legislativo permite al Gobierno disponer de las Fuerzas Armadas en casos de desorden público extremo.
Sin embargo, Mark Espen habló públicamente en contra de enviar el Ejército a las calles. "No estoy de acuerdo con utilizar la Ley de Insurreción. Siempre he creído, y sigo creyendo, que la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo interno a las autoridades civiles en estas situaciones"
La Ley de Insurrección, aprobada en el Congreso en 1806, fue utilizada por última vez en 1992 durante los disturbios provocados tras el asesinato de Rodney King.
El episodio se dio en circunstancias similares a las de George Floyd, pues se trató del asesinato de un ciudadano afroestadounidense a manos de la autoridad.
La negativa de Espen se da al mismo tiempo que el rechazo a la iniciativa de varios gobernadores estatales. Por su parte, las protestas llevan más de una semana y hasta el momento se reportan más de 9 mil detenidos.