La residencia del primer ministro británico tiene desde ayer un nuevo inquilino, un gato de cuatro años llamado Larry, que ha sido "adoptado" para acabar con las ratas que han aparecido en Downing Street 10. Hoy empieza sus servicios.
La residencia del primer ministro británico tiene desde ayer un nuevo inquilino, un gato de cuatro años llamado Larry, que ha sido "adoptado" para acabar con las ratas que han aparecido en Downing Street 10. Hoy empieza sus servicios.