Al menos 72 personas murieron ayer en Siria en la jornada de protestas políticas más sangrienta que vive el país desde que comenzaron las manifestaciones contra el régimen de Bachar al Asad.
El activista de derechos humanos Haizam Maleh, una de las figuras de la oposición más respetadas del país, dijo telefónicamente a Efe que había recibido informaciones de que en distintos puntos del país habían perecido más de 70 personas.
Las cadenas árabes de televisión Al Yazira y Arabiya, por su parte, citando cifras reunidas por grupos de activistas, aseguraron que los muertos se elevaban a 72, un saldo de víctimas que no estaba cerrado a primeras horas de la noche. Hubo represión por parte del Ejército y la Policía.
