El papa Francisco ofició ayer por la mañana una misa ante unas 200.000 personas en el Santuario Nacional de Aparecida y prometió volver a esa ciudad brasileña en 2017, cuando se cumple el 300 aniversario de la aparición de la Virgen patrona de Brasil.

En la ceremonia en la basílica el Papa puso su vida, su pontificado y al pueblo latinoamericano bajo la protección de la

Virgen de Aparecida y abogó para que los jóvenes sean artífices de un mundo más justo y no cedan ante ‘ídolos pasajeros como el dinero, el placer y el poder‘.

Francisco, que llegó el lunes a Río de Janeiro para presidir la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), ayer fue recibido con gran emoción por sus fieles. Pese a la lluvia y el frío en Aparecida, Francisco fue acogido con cánticos, vivas y aplausos por los fieles, algunos de los cuales esperaban desde hacia más de dos días para ver al primer Papa latinoamericano, quien no dudó en detener el papamóvil para estrechar las manos de los fieles y besar a niños.

Una vez en el templo, Francisco se dirigió a la ‘Capilla de los Doce Apóstoles‘, donde está expuesta la imagen de la virgen, ante la que oró durante unos minutos. ‘En vuestras manos pongo mi vida‘, afirmó un Papa emocionado, que después ofició su primera misa pública en Brasil, en la que exhortó a los fieles a no perder la esperanza y pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.

Francisco recordó que hace seis años, en 2007 se reunió en Aparecida la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM) y que esa conferencia marcó un gran momento de la Iglesia.

A esa asamblea asistió el entonces arzobispo de Buenos Aires y hoy papa Francisco, que redactó el Documento de Aparecida, que marcó las líneas a seguir por la Iglesia latinoamericana para encarar el siglo XXI y la nueva evangelización.

Al concluir la misa, el papa Francisco partió ayer de Aparecida en helicóptero a las 15.45 hora local (igual hora para Argentina) hacia la cercana localidad de Sao Jose dos Campos, desde donde voló en avión hasta Río de Janeiro, distante unos 245 kilómetros de Aparecida, en el estado de San Pablo.

A su llegada a Río, Francisco visitó el hospital San Francisco de Asís, donde conoció el trabajo de recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos.

Hoy por la mañana, en el Palacio de la Ciudad, está previsto que el Papa recibirá las llaves de Río de Janeiro y bendiga las banderas olímpicas, pues Brasil será anfitrión de los Juegos Olímpicos de 2016. Luego visitará la favela de Manguinhos, en un barrio cuyo control retomó recientemente la policía. Allí Francisco será recibido en la comunidad de reinserción de Varginha. A las 18, en el paseo marítimo de Copacabana, frente al mar, tendrá lugar la gran fiesta de bienvenida que los jóvenes participantes de la JMJ le darán a Francisco, quien pronunciará un discurso.

Por su lado, delegaciones argentinas se preparaban ayer para el ‘reencuentro‘ con el papa Francisco, programado para hoy al mediodía en la catedral San Sebastián.

Fuentes: Efe, DyN y Télam