El papa Francisco designó el miércoles a la primera mujer que ocupará un puesto de alto rango en la Secretaría de Estado, el centro neurálgico administrativo y diplomático del Vaticano, históricamente dominado por hombres, lo que supone el mayor cargo ocupado por una mujer en la Secretaría de Estado.
Francesca Di Giovanni, una italiana laica de 66 años, asumirá un puesto recién creado en división conocida como Sección para las Relaciones con los Estados, donde asumirá el rango de subsecretaria, en rigor uno de los dos viceministros de Relaciones Exteriores.
Como cualquier nombramiento de una mujer en un alto cargo en el organigrama vaticano, debido a la escasez de presencia femenina los medios vaticanos han destacado la importancia y le han dedicado un importante espacio.
Di Giovanni, que trabajaba ya desde hace casi 27 años en la Secretaría de Estado, nació en Palermo en 1953. Di Giovanni es especialista en derecho internacional y derechos humanos.
En la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado se ha ocupado del ámbito multilateral, especialmente en las áreas de migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, comunicaciones, derecho internacional privado, condición de la mujer, propiedad intelectual y turismo, informó la Santa Sede.
El Vaticano, un estado soberano ubicado en Roma, tiene relaciones diplomáticas con más de 180 países.
A partir de ayer la Sección de Relaciones con los Estados cuenta con dos subsecretarios y Di Giovanni trabajará junto al hasta ahora subsecretario Miroslaw Wachowski.
"Es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado. El Santo Padre ha tomado una decisión innovadora, ciertamente, que, más allá de mi persona, representa un signo de atención hacia las mujeres. Pero la responsabilidad está ligada a la tarea, más que al hecho de ser mujer", dijo la abogada.
Destacó la importancia de haber creado un subsecretario para el sector multilateral, "porque tiene modalidades propias, en parte diferentes a aquellas del ámbito bilateral".
En el último número del suplemento mensual "Donna, Chiesa, Mondo" (Mujer, Iglesia, Mundo) del diario vaticano "Osservatore Romano" se denunciaba que entre las cerca de 950 mujeres que trabajan en el Vaticano, aunque tienen igual salarios que los hombres, muy pocas ocupan puestos de responsabilidad y de alto nivel de gestión.
A pesar de las promesas del Papa de nombrar a más mujeres en cargos relevantes en el Vaticano, Di Giovanni será parte de sólo media docena de mujeres que los ocupa. Las dos más destacadas son Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, y Cristiane Murray, subdirectora de la oficina de prensa.
La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), una organización de monjas católicas, han pedido al Papa que designe a más mujeres en puestos de alto rango.
Ellas citan cifras que muestran que más de la mitad de los 1.300 millones de católicos del mundo son mujeres y que la membresía en las órdenes religiosas femeninas es tres veces mayor que en masculinas.