El fuerte aumento de volumen que se percibió en la demanda de dólares en el mercado local por el temor a los efectos que podría provocar una crisis política en Brasil, empujó a un grupo nutrido de bancos a ampliar aún más la brecha entre los precios de compra y venta de divisas, desde los 45 hasta los 50 centavos, y encarecer el billete hasta un máximo de $15,42.

Hasta hace pocos días, la brecha entre ambas cotizaciones era de sólo 30 centavos. Pero la persistente demanda de divisas que empezó a verse, principalmente en el segmento minorista, había llevado a las principales entidades del sistema a ampliarla hasta los 45 centavos. Ayer, el temblor que produjo Brasil en los mercados alimentó el temor de los argentinos e incrementó el volumen de las compras por home banking y ventanilla.

Más allá de lo que sucedió puntualmente ayer, este fenómeno ya se percibe desde hace tiempo en los principales bancos privados, como un intento de aprovechar la pujante compra de billetes del público minorista. Sólo en la última semana, la brecha entre la compra y la venta se amplió del 2% al 3%. 

En este contexto, el volumen cambiario es ahora una buena oportunidad. Desde diciembre, los ahorristas se convirtieron en los principales apostadores del dólar. Las compras de particulares se sostuvieron a pesar de que el tipo de cambio se mantuvo prácticamente planchado desde entonces y dejó sin recompensas a quienes invirtieron en él. En los bancos advierten que este segmento de clientes tiene, en general, menos información que las compañías o los grandes inversores al momento de adquirir divisas; y muestra, por esta razón, muy poca sensibilidad ante un cambio en la cotización (una demanda más inelástica).
 

 

Fuente: Ámbito Financiero