Un nuevo estudio sobre la Sábana Santa de Turín apunta a que ciertas manchas de sangre no serían compatibles con la posición de un cuerpo, ni en la cruz ni en un sepulcro.
Según la tradición cristiana, la Sábana Santa es la pieza con la que el cuerpo de Jesús fue envuelto tras su crucifixión. El estudio que publica el Journal of Forensic Science está firmado por el antropólogo forense de la Universidad británica John Moores de Liverpool Matteo Borrini y el químico de la universidad italiana de Pavía Luigi Garlachelli.
Los expertos realizaron pruebas de técnicas forenses para establecer si las manchas de sangre en la Síndone conservada en la catedral de Turín (Italia) corresponden a las que dejaría un cuerpo envuelto en ella después de haber sido crucificado. Garlachelli se prestó como voluntario para realizar algunas pruebas en las que se usaron tanto sangre real como sintética que se dejaba correr a través de un catéter. El estudio se centró en la posición que deberían tener el tronco, los brazos y las muñecas para dejar manchas similares a las que están impresas en el sudario y concluyó que algunas del pecho son consistentes con "un sujeto de pie con los brazos en un ángulo de unos 45 grados". Los expertos muestran, sin embargo, sus dudas sobre las trazas dejadas en la tela por las muñecas que no se corresponden con ninguna posición del cuerpo ni en la cruz ni el sepulcro, aseguran.
La sindóloga Emanuela Marinelli consideró que el estudio "no tiene nada de científico" y carece de
rigor por las técnicas empleadas, como el uso de un maniquí.