Dos manifestaciones a la vez a escasos metros y por Cataluña. Eso es lo que ha vivido Madrid en la mañana del sábado. Una a favor de la unidad de España en la plaza de Colón y otra para pedir que el conflicto se solucione mediante el diálogo en Cibeles. La de Colón ha sido secundada por 50.000 personasmientras que a la de Cibeles han asistido 1.500, según los datos recabados por la Delegación del Gobierno tras la finalización de ambos eventos.
 

 

Convocados por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), los manifestantes en defensa de la unidad territorial han tomado este sábado la Plaza de Colón y la calle de Serrano de Madrid con banderas españolas en un acto en defensa de la Constitución y el Estado de derecho. Han acudido, entre otros, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado.
 

En declaraciones a los medios, el presidente de Denaes, Iván Espinosa, ha explicado que con esta concentración vienen "a abrazar a España por parte de todos los españoles vengan de donde vengan". "Lo que esperamos de esto es que se cumpla la ley y se haga cumplir la ley", ha rematado.
 

De forma paralela, miles de ciudadanos ataviados de blanco convocados por la plataforma ciudadana ‘Hablamos’ ha reclamado en la plaza de Cibeles de Madrid que haya "sensatez" y "diálogo" para solucionar el conflicto secesionista en Cataluña.
 

Durante la manifestación se han podido escuchar proclamas como "sin banderas", "Ra-ra-ra, queremos hablar", "Carles, Mariano, a ver si nos llamamos" o "Esto no es juego de Tronos", al tiempo que podían leerse carteles con mensajes como "#Hablemos", "#Falemos", "Parlem? Espanya es diversa". Además, sobre una pequeña lona en el suelo con la palabra "diálogo", la gente ha dejado mensajes como "Soy catalana y amo Madrid" y "Este país ya hizo la guerra una vez, nunca máis!", y muchas personas han pasado portando una bandera blanca y gritando "Esta es nuestra bandera".
 

Uno de los promotores de esta manifestación, Guillermo Fernández, ha explicado que con esta convocatoria que se celebra de manera simultánea en varias ciudades, como en Barcelona, españolas quieren reclamar "sensatez" y una rebaja del ritmo, porque "va muy rápido" y ahora es el momento de "la cordura y de hablar".