Dos fuertes explosiones en la zona portuaria sacudieron y destrozaron ayer parte de la capital libanesa, Beirut, y provocaron al menos 73 muertos y 2.750 heridos, según el Gobierno, que aún no confirmó la causa definitiva del incidente pero ya decretó un día de luto para hoy. El ministro de Salud de Líbano, Hassan Hamad, informó en la televisión el saldo de muertos y heridos, poco después de que el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, comparara la situación de daños y víctimas con Hiroshima, una de las dos ciudades japonesas a las que Estados Unidos atacó con bombas nucleares al final de la Segunda Guerra Mundial. Tanto el presidente, Michel Aoun, como el primer ministro, Hassan Diab, convocaron públicamente a un día de duelo para hoy, lo que suma, además, al inicio de la nueva cuarentena decretada el lunes por el rebrote de los casos de coronavirus.
Aunque aún no hay una explicación oficial para las explosiones, el jefe de Seguridad Interna del Líbano, Abbas Ibrahim, explicó a la prensa, tras visitar la zona devastada, que los estallidos ocurrieron en el área portuaria de Beirut, en una sección que almacena materiales altamente explosivos, aunque no pirotecnia, como se había informado antes, según la agencia oficial de noticias estatal NNA. Al visitar el lugar de la explosión, el jefe de Seguridad Interna, Ibrahim, pidió calma ante la falta de certezas. "No podemos adelantarnos a las investigaciones", dijo según replicó el canal de noticias ruso RT. Sin embargo, el propio ministro del Interior, Mohammed Fahmi, lanzó una hipótesis ante la prensa.
"Debemos esperar a las investigaciones para saber cuál fue la causa de la explosión, pero la información preliminar indica que materiales altamente explosivos fueron confiscados hace años y hoy explotaron", aseguró el funcionario y agregó que la dirección de Aduanas "tendrá que explicar por qué".
El canal de televisión Mayadeen, en tanto, citó al director de Aduanas quien afirmó que la explosión fue causada por toneladas de nitrato.
Aún antes que se supiera qué sucedió, las autoridades dieron alerta a todos los hospitales de la zona para recibir a un alto número de heridos y sólo unas horas después algunos hospitales dijeron ya estar llenos con más de 500 pacientes con heridas provocadas por la explosión.
En videos difundidos en redes sociales se pudo ver una nube de humo que se alza sobre el cielo y luego una fuerte explosión que se sintió a varias manzanas a la redonda. Varias imágenes mostraron cómo bomberos intentaban apagar el fuego y detener los destrozos materiales. Otro video muestra la destrucción en las inmediaciones, con autos y camiones con vidrios rotos y las calles cubiertas de escombros.
Entre los edificios dañados están las oficinas del ex primer ministro Saad Hariri y las oficinas locales de CNN. Según testigos, los hogares que se encontraban a una distancia de hasta 10 kilómetros de distancia resultaron dañados, con balcones derrumbados y vidrios destruidos.
Graves daños en la Embajada argentina
La Cancillería informó que el edificio donde se encuentra la Embajada argentina en Beirut fue "gravemente dañado" en su interior, a raíz de las explosiones ocurridas en el puerto. "La Cancillería informa que el edificio donde se encuentra la Embajada argentina en la República Libanesa ha sido dañado gravemente en su interior debido a las explosiones ocurridas en el puerto de Beirut, aunque no se registraron por el momento heridos ni víctimas fatales entre el personal de nuestra representación, el cual se encuentra abocado a las tareas consulares de emergencia", aseguró el Palacio San Martín, en un comunicado.
El edifico donde tiene sede la Embajada argentina en Beirut se encuentra ubicado a unas 20 cuadras de la zona portuaria, donde dos fuertes explosiones sacudieron y destrozaron parte de la capital libanesa y provocaron al menos 50 muertos.
Otro golpe al frágil cuadro económico
Dos masivas explosiones sacudieron Líbano y destruyeron la zona portuaria de Beirut y parte del centro de la capital en un momento en que el país atraviesa una profunda crisis política y económica que data de hace años, a la que se le suma otra sanitaria debida a la pandemia del coronavirus cuyas consecuencias agravaron la situación del golpeado gobierno de coalición. El gobierno del primer ministro, Hasan Diab, se encuentra en el ojo de la tormenta pues la libra libanesa se desploma aceleradamente junto a una imparable inflación, mientras cierran negocios y los despidos son masivos. En el país no se consiguen dólares y los locales desesperados por la moneda estadounidense ahora pagan 9.000 libras libanesas por dólar en el mercado paralelo, frente a 4.000 que costaba a mediados de junio.
Desde agosto de 2019 la moneda local se depreció 83% y la pérdida de valor tiene un ritmo cada vez más acelerado.
Said Chaya, docente del núcleo de estudios de Medio Oriente de la Universidad Austral, explicó en una entrevista a Télam que si bien "recién en octubre se conocerán las cifras oficiales, se estima que la cantidad de pobres pasó de un 25% a un 60%, los precios de la canasta básica aumentaron un 50% y el desempleo se duplicó".
Líbano atraviesa desde hace años una crisis económica que fue catalizador de la última movilización popular iniciada en octubre de 2019 para denunciar a la clase política a la que se la acusaba de corrupta e incompetente y que tuvo como mayor éxito la renuncia del por entonces primer ministro, Saad Hariri y de todo su gabinete.
En dura cuarentena
Poco antes de que dos masivas explosiones destrozaran una parte importante de Beirut, el Gobierno del Líbano había anunciado la vuelta a una cuarentena a partir de ayer tras registrar más de 130 nuevos casos de coronavirus y ocho muertes y confirmar una nueva curva ascendente.