Las autoridades judiciales vaticanas impusieron ayer el arresto domiciliario al mayordomo del Papa Benedicto XVI, el italiano Paolo Gabriele, quien ha estado detenido en una pequeña ‘habitación segura‘ de la comisaría del Vaticano, desde el pasado 24 de mayo, acusado del robo de documentos confidenciales de la Santa Sede. El portavoz del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, explicó en una nota que el juez instructor del Tribunal de la Ciudad del Vaticano que lleva el caso, Piero Bonnet, consideró, tras el interrogatorio de ayer, que no era necesario mantener al acusado bajo detención y le impuso a cambio el arresto domiciliario.

Lombardi agregó en su comunicado, que Gabriele permanecerá en su casa junto con su familia hasta que el juez emita otra orden.

El portavoz vaticano explicó que los próximos pasos del proceso serán el posible enjuiciamiento del mayordomo del papa o que el juez considere su absolución. Asimismo, Lombardo anunció que la Comisión Cardenalicia, presidida por el español Julián Herranz y creada en abril para esclarecer el robo y filtración de cientos de documentos privados, ya entregó su informe a Benedicto XVI.

Gabriele ha sido sometido desde su arresto a varios interrogatorios y el pasado 11 de junio sus abogados pidieron al juez instructor su puesta en libertad. Por el momento es el único detenido en este caso, en el que se sigue buscando al llamado ‘cuervo‘ o ‘cuervos‘ vaticanos, los autores de la filtración de estos documentos.