El centro de Washington es una fortaleza, vallada con alambre de púas y rodeada por 25.000 soldados de la Guardia Nacional antes de la toma de posesión del presidente electo Joe Biden hoy miércoles desde la 12 hora argentina, un marcado contraste con investiduras previas, cuando la capital de Estados Unidos estallaba en días de celebración.
Biden, senador demócrata y exvicepresidente de Barack Obama de 78 años, será investido como el cuadragésimo sexto presidente de EEUU. La imponente ceremonia, que se llevará a cabo en la explanada del Mall de Washington, contará con la participación de Lady Gaga, Jennifer López, Tom Hanks, entre otras figuras artísticas.
La pandemia ya había llevado a cancelar los bailes inaugurales y la Explanada Nacional está cerrada al público por amenazas de los grupos que atacaron el Capitolio. Así, casi nadie del público será testigo de primera mano de la transición del poder, lo que afectó el ánimo de los habitantes de Washington.
"Es como un pueblo fantasma, pero con soldados", opinó Dana O"Connor, quien el domingo caminó con su esposo pasando barreras de concreto cerca de la Casa Blanca. "Es inquietante. Se siente sobrenatural".
Investiduras previas llegaron a atraer a más de un millón de espectadores a la Explanada Nacional, donde veían la ceremonia en pantallas gigantes y al nuevo presidente desfilando a pie desde el Capitolio hasta la Casa Blanca. Bailes y fiestas en hoteles y centros de convenciones de toda la ciudad agasajaban a los invitados con champán y música de las mayores estrellas.
Las investiduras presidenciales son normalmente eventos de alta seguridad, con detectores de metales en puntos de ingreso clave, zonas restringidas y miembros de la Guardia Nacional. Pero el nivel de precauciones de este año no tiene precedentes.
Los 25.000 soldados desplegados en la capital es el máximo jamás autorizado por el Pentágono para una jura presidencial, dijo ayer a la cadena CNN el vocero municipal, Aarton Thacker. Pese a los antecedentes de asunciones tensas y hasta violentas que posee el país, la radio pública NPR no dudó en calificar la militarización de Washington como una imagen "sin precedente histórico".
Desde la Guerra Civil (1861-1865), el máximo despliegue de los reservistas en la capital fue en 1968, uno de los años más violentos de la historia moderna del país, con el asesinato del líder del movimiento negro de derechos civiles Martin Luther King y la masacre a las puertas de la Convención Demócrata en plena campaña. Ese año, se desplegaron solo 13.000 efectivos.
La única investidura comparable en términos de seguridad fue la de Abraham Lincoln en 1861, poco antes de que estallara la Guerra de Secesión, pero entonces el público sí fue autorizado.
En este contexto, la ciudad verá poco del aumento de 107 millones de dólares en ingresos fiscales que normalmente trae una semana de investidura, según estimaciones del Distrito de Mejoramiento Comercial del Centro de DC.
Para una nación que se ha enorgullecido de ser un faro para la democracia en todo el mundo, la transición pacífica del poder parece todo lo contrario, observó Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia.
"El mundo verá a Biden juramentado, en medio de un campo militar que no se distingue de la Zona Verde", dijo Sabato, refiriéndose al área similar a una fortaleza del centro de Bagdad establecida después de la guerra de Irak.
Sabato ha asistido a todas las ceremonias de toma de posesión desde la segunda de Richard Nixon en 1973, y la juramentación de Ronald Reagan en 1985 que se llevó a cabo en el interior debido al frío intenso. Pero no asistirá a la de Biden.
Además, los accesos a la capital quedaron ayer limitados, ya que los cuatro puentes principales que la unen con el vecino estado de Virginia fueron cerrados hasta el próximo jueves. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) restringió, por su parte, el traslado de armas en el equipaje en los vuelos a Washington y reforzó la seguridad en los tres aeropuertos de la zona metropolitana, con perros detectores de bombas, controles de puertas al azar y más oficiales federales. Así, en el distrito, una de las jurisdicciones más demócratas de EEUU, que votó en un 92% por Biden, hace que la situación sea más dolorosa para sus residentes. Reuters/Télam
Trump estará ausente
Donald Trump no asistirá a la toma de posesión de su sucesor, Joe Biden, lo que lo convertirá en el primer mandatario saliente en no pasar el mando en 150 años. El último gobernante que no asistió a la asunción de su sucesor fue Andrew Johnson en 1869, el primer jefe de Estado en ser enjuiciado por un impeachment.
La asunción paso a paso hora argentina
A las 12.00 hora de Argentina: Comienza un programa virtual, dirigido por la actriz y presentadora afroamericana Keke Palmer y con un mensaje de Jill Biden, la esposa del presidente electo, quien es maestra, dirigido a niños y jóvenes, acerca de la historia de la Presidencia de EEUU.
13.00: El presidente electo, Joe Biden, llega al Capitolio.
13.15: Empiezan las ceremonias en un estrado montado en la fachada occidental del Capitolio, cuando Leo J. O"donovan, un sacerdote jesuita y expresidente de la Universidad de Georgetown, pronuncie una invocación religiosa.
A continuación, Andrea Hall, la primera mujer afroamericana que alcanzó el grado de capitana en el Cuerpo de Bomberos de South Fulton, en Georgia, recitará el Juramento de Lealtad. Inmediatamente después, Lady Gaga cantará el himno nacional y la poetisa Amanda Gorman leerá sus versos compuestos para esta ocasión. Gorman, la primera Poeta Joven Laureada en 2017 sufría, al igual que Biden, un impedimento del habla. Luego harán sus contribuciones musicales Jennifer López y el cantante de country Garth Brooks, tras lo cual Silvester Beaman, pastor de la Iglesia Metodista Episcopal Africana, impartirá una bendición.
13.55: La jueza Sonia Sotomayor, la primera magistrada hispana del Tribunal Supremo, tomará el juramento de Kamala Harris, la primera mujer con ancestros de la India y afrocaribeños en ocupar la Vicepresidencia de EEUU. Harris jurará su lealtad a la Constitución sobre dos biblias: una que perteneció a una amiga de su familia, y otra que fue de Thurgood Marshall, el primer magistrado afroamericano del Supremo.
14.00: Apenas las campanas del reloj señalen el mediodía en Estados Unidos, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, tomará el juramento constitucional que Biden pronunciará con su mano sobre una edición de 1893 de la Biblia, sostenida por su esposa.
La ceremonia en el Capitolio culminará con un discurso que el nuevo presidente dirigirá a la nación mirando hacia la gran explanada del parque central, el Mall de Washington, cubierta con miles de banderitas estadounidenses y cercada por tropas militares.
Honró a víctimas
Horas antes de tomar el timón de un país en crisis, Joe Biden, y la vicepresidenta electa Kamala Harris, honraron anoche a los 400.000 estadounidenses que murieron a causa del Covid-19 con una ceremonia de luces en Washington.
Últimas horas de Trump
En sus últimas horas en la Casa Blanca, para Donald Trump, el principal asunto pendiente es la lista de indultos que el presidente tiene para firmar antes de irse. Según CNN, Trump tiene una lista de unas 100 personas a las que indultará. Se espera que en la lista figuren, según informó el diario The New York Times, una mezcla de delincuentes de guante blanco y personas cuyos casos han sido defendidos por activistas de la Justicia. Los indultos más controvertidos que se barajan son para personas como Edward Snowden, Julian Assange y Stephen Bannon, el influyente asesor de Trump. Si Trump llegara indultarse a sí mismo o a su familia, algo que no se espera que suceda, según las últimas informaciones de medios locales, es probable que crezca la ira entre los republicanos que lo apoyaron en el primer "impeachmente" en el Senado, donde en breve volverán a votar en un nuevo juicio político contra el presidente.