El gobierno de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez denunció ayer formalmente al exmandatario Evo Morales por delitos de "terrorismo y sedición" ante la Fiscalía de La Paz, en lugar de hacerlo ante tribunales internacionales como había señalado en la víspera.
La acusación, que exige las penas máximas por estos crímenes, fue presentada ayer por el ministro provisional de Gobierno, Arturo Murillo. "Las pruebas están claras", defendió Murillo, en referencia a un video que dio a conocer el jueves pasado, donde supuestamente Morales fomenta los piquetes en las ciudades para forzar la salida del nuevo Ejecutivo.
En el registro, cuya autenticidad no está confirmada por fuentes independientes, se escucha presuntamente a Morales dar instrucciones para organizar a los cocaleros y resistir con bloqueos de carreteras al gobierno de facto de Áñez. "Evo dice que maten a los bolivianos haciendo cerco a las ciudades", acusó el ministro, citado por la agencia de noticias Efe.
Por otro lado, la policía arrestó a Gerardo García, vicepresidente del Movimiento por el Socialismo, el partido del depuesto presidente Evo Morales. García fue apresado el jueves mientras viajaba en un vehículo en La Paz, junto al conductor del vehículo, indicó el diario El Deber, basado en fuentes policiales. En el momento de su arresto, García tenía con él varias computadoras y equipos biométricos, que se supone que pertenecen a las oficinas electorales.