La protagonista de esta historia nació en los años ‘50 en el Morro do Adeus, una favela de Rio de Janeiro que actualmente integra el Complexo do Alemao, ocupado el año pasado por el ejército y la Policía brasileña en el marco del plan de combate al narcotráfico que lanzara Inácio Lula Da Silva, poco tiempo antes de dejar la Presidencia.

Desde los 8 años trabajó como cartonera ayudando a su madre, Terezinha Pena Silva, que continúa siendo, su mayor debilidad. La única que puede competir con su otra pasión, el trabajo.

Precisamente su dedicación al trabajo y su tesón convirtieron a María das Graças Foster en una exitosa ingeniera que con su talento para el mundo empresarial logró, además, ser integrante del pequeño círculo de personas que gozan de la total confianza de la presidenta, Dilma Rousseff. Y aunque ya podría dar por alcanzados sus objetivos en su ascendente carrera, está a un paso de dar el gran golpe de su vida: convertirse en la primera mujer en la historia de llegar a la presidencia de Petrobras, la gigante empresa estatal de petróleo de Brasil, donde actualmente trabaja entre 10 y 12 horas diarias como directora de la división de gas y energía.

Rousseff ya nominó a Graça Foster, como prefiere ser llamada, para asumir el control de Petrobras en reemplazo de José Sergio Gabrielli que dejará el cargo el 12 de febrero. La designación de Foster debe ser aprobada en la próxima reunión del consejo de la compañía en 9 de febrero y se descuenta que contará con el aval del buró.

Foster es amiga personal de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y está considerada una ejecutiva de perfil técnico y próxima al Gobierno. Trabaja en Petrobras desde 1981.

‘Petrobras es una prioridad en mi vida. Raramente sucede algo que lo cambie, sólo mi madre está delante (de la empresa). Gracias a Dios, el resto de la familia no (me) necesita. Petrobras siempre fue importante para mí. Lo normal es estar disponible para la empresa. Todo en la vida es pasión’, dijo en una entrevista reciente.


Hacedora de millones

El sector de Gas y Energía obtuvo bajo su comando en los primeros nueve meses de 2011 un lucro de R$ 2.600 millones, el segundo mejor resultado de la empresa, solo detrás del área de exploración y producción. Cuando asumió ese puesto, en septiembre de 2007, Gas y Energía tenía un perjuicio de R$ 895 millones.

Negociadora implacable, trabajadora compulsiva y con fama de dura entre sus subordinados, Foster tiene un master en ingeniería de fluidos, pos graduación en ingeniería nuclear y un MBA en economía. Pero el inicio de su vida académica no fue fácil. A los 22 años y aún en la facultad, tuvo a su hija Flavia, y más tarde llegó Colin, hijo de su tercer casamiento, hoy estudiante de periodismo.

‘Su perfil riguroso es muy importante. Petrobras tiene que tener una persona con perfil exigente, que tenga el foco en la optimización de resultados, administración de recursos y gastos’, dijo Luiz Otávio Broad, de la corredora Ágora. Broad consideró importante que la presidencia de la estatal esté alineada con el Gobierno, que es su accionista controlador.

Analistas consideran que el desembarco de la ejecutiva en la presidencia de Petrobras muestra la preferencia de Rousseff por mujeres con perfil técnico para el comando de cargos llave de su gobierno.

Para el analista Lucas Brendler, de la corredora Geração Futuro, el cambio en la compañía llevará a un escenario de convergencia de un período de exploración y estructuración de capital a una nueva etapa con el foco puesto en lo operativo. ‘Petrobras consiguió estructurar las cuentas, tiene un capital robusto y ahora precisa desarrollar sus cartera de negocios’, agregó Brendler.