Buenos Aires, 22 de agosto.- "El infierno está lleno de buenas intenciones" debe pensar el Cristo de la pintura Ecce Homo que adorna los muros de la iglesia del Santuario de la Misericordia en Borja, España. Al ver el mal estado en el que se encontraba la obra, una mujer la descolgó, se la llevó a casa y pinceles en mano terminó haciendo la peor restauración de la historia. Una "chapuza", según el diario el Heraldo de Aragón.

El concejal de Cultura de Borja Juan María de Ojeda contó al diario El País que la autora del desastre fue una vecina de unos ochenta años que actuó "sin pedir permiso a nadie", aunque "con buena intención".

Cuando se dio cuenta de que "se le había ido de las manos" con la obra del siglo XIX del artista Elías García Martínez, la anciana confesó a las autoridades locales el daño que había causado.

(A la izquierda, la pintura hace dos años; en el medio, la pintura en julio cuando la fotografiaron para un catálogo de arte religioso; a la derecha, la obra tal cual la desubrieron los miembros del Centro de Estudios Baorjanos el pasado 6 de agosto).

Según el Heraldo de Aragón, la familia del pintor expresó su malestar por el hecho de que una particular actuara por su cuenta, y cree que el daño es "irreversible".