"Sacamos a todas las mujeres y niños que se encontraban en los barrios bajo control de los combatientes", informó el Centro de Reconciliación Ruso en Siria en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
Rusia, un aliado incondicional del gobierno sirio de Bashar al Assad en esta guerra, estimó que más de 9.500 personas fueron evacuadas en los últimos días de Alepo, entre ellas 4.500 combatientes opositores y 337 heridos.
Según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres y una extensa red de contactos en el terreno, este viernes volvieron a registrarse explosiones que dificultaron el paso de los convoyes, mientras que la televisión pública en Damasco denunció disparos por parte de la oposición a los micros que trasladaban a los evacuados.
Después de seis meses de asedio del Ejército y sus aliados -milicias apoyadas por Irán y la aviación rusa- y de más de cuatro años de combates, finalmente los rebeldes que resistían dentro de la ciudad de Alepo, la segunda más importante de Siria, habían aceptado una tregua propuesta por Moscú para abandonar la urbe y poner fin a una batalla que ya provocó una de las peores crisis humanitarias del conflicto.
Desde que comenzó la guerra civil en Siria más de 250.000 personas murieron y más de la mitad de la población tuvo que abandonar su casa y buscar refugio dentro y fuera del país. Además, hace ya unos años que el conflicto se convirtió en un escenario de enfrentamiento para las principales potencias del mundo.