Inglaterra, 21 de Junio.- La princesa de Gales dejó buena parte de su fortuna a sus hijos Guillermo y Enrique, que tenían 15 y 12 años cuando murió en un accidente de automóvil en París en 1997, pero los albaceas habían establecido que las herencias no les serían entregadas antes de cumplir 30 años.

Diana dejó una herencia de US$ 20,2 millones, pero se estima que la suma ha aumentado a cerca de US$ 31 millones gracias a las inversiones realizadas. Guillermo y Enrique recibirán cada cual la mitad de esa herencia.

Los rumores de que el príncipe y su esposa Catalina (el duque y la duquesa de Cambridge) podrían usar la suma para adquirir una residencia en el campo se contradicen con versiones de que el príncipe se dispone a efectuar nuevamente misiones en los equipos de rescate de la Fuerza Aérea británica.

"Hubo especulaciones de que el duque y la duquesa quieren hacerse construir una casa, pero no hay ningún plan en ese sentido", sostuvo un allegado a Guillermo al diario Daily Telegraph.

"Si el duque decide el año próximo continuar su carrera de Búsqueda y Rescate probablemente tenga que mudarse a otra base alejada de Anglesey y por lo tanto la idea de una nueva casa por el momento no está en el radar", agregó la fuente.

Guillermo y Catalina se casaron el año pasado y celebrarán su primer año de matrimonio junto a un grupo de amigos, antes de retornar a la casa de campo que arriendan en Anglesey, una isla situada al noroeste de las costas galesas.