España, 2 de diciembre.- Esas cinco millones de personas sin trabajo representan casi el 23% de la población activa, es decir, de la gente que está en condiciones y tiene disponibilidad de trabajar (distinto de lo que es la población real, que es el número de personas que tiene un país con independencia de si pueden o quieren trabajar).
La cifra de paro registrado deriva del registro mensual de los servicios públicos de empleo, no de una estadística como la Encuesta de Población Activa (EPA) que se toma como referencia a la hora de afirmar que el desempleo en realidad afecta a más de cinco millones de personas.
De acuerdo con las nuevas cifras que publica el Ministerio de Trabajo, el desempleo registrado ha crecido en noviembre en casi 60.000 personas, el tercer aumento en este mes desde 1996, cuando comenzaron a realizarse estos informes.
Por sectores económicos, el desempleo sólo bajó en la agricultura, con 2.571 desempleados menos (-1,6%), mientras que subió en el resto, especialmente en los servicios, donde el número de parados aumentó en casi 50.000 personas (+1,9%). Por eso el sector servicios es el más debilitado, dado que representa el 82% de la subida mensual del desempleo.
España sigue liderando las estadísticas de desempleo de la Unión Europea, y se sitúa a la cabeza con una tasa de paro del 22,8% en el mes de octubre, mientras que en el conjunto del bloque, la tasa de desempleo se situó en octubre en el 9,8%. Traducido en números, el desempleo afecta en la Unión Europea a más de 23 millones de personas, 16 de las cuales están en la zona euro (es decir, en los 17 países que comparten la moneda de la Unión).
España cumple otro récord en cuanto a los hogares que tienen todos sus miembros sin ocupación alguna. Las familias en las que todos sus miembros están desempleados se acercan a los 1,5 millones, mientras las que no tienen ningún tipo de ingreso superan las 560.000.
La desocupación también alcanza cifras históricas entre los jóvenes: casi uno de cada dos (el 49%), no encuentra trabajo.