Ni un paso atrás. El Gobierno venezolano desafió ayer al Grupo de Lima, que había pedido a Nicolás Maduro que no asuma este jueves 10, al confirmar la jura. Les adjudicó intenciones golpistas alentadas por Estados Unidos.

 

La Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), de contundente mayoría opositora, advirtió ayer que Nicolás Maduro usurpará el cargo de jefe de Estado a partir del 10 de enero, cuando jurará por un nuevo período de seis años, por lo que la Cámara trabajará a favor de una transición política en el país.

La decisión, simbólica, coincide con la renovada presión internacional para que se convoque nuevamente a elecciones en el país caribeño. El viernes una docena de países de la región, denominados "El Grupo de Lima" pidió a Maduro que no jure el cargo que ganó con amplio margen en los cuestionados comicios de mayo pasado, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerar que no había garantía para una elección justa.

Si Maduro desoye las voces que le han pedido no tomar juramento los diputados reafirmarán "la ilegitimidad y desconocimiento de Nicolás Maduro, así como la declaratoria de usurpación del cargo", adelantó ayer el opositor Juan Guaidó, en su primer discurso como presidente del Legislativo.

Guaidó manifestó su intención de que el Parlamento asuma "la representación del pueblo y de Venezuela ante la comunidad internacional, para defender y resguardar los intereses, derechos y patrimonio del pueblo y Estado, dentro y fuera de Venezuela, mientras dura la usurpación". Además, pidió crear un órgano de transición para la restitución del orden constitucional, la lucha contra la usurpación y la coordinación de las autoridades legítimas, la sociedad civil y la Fuerza Armada Nacional contra la llamada revolución bolivariana que gobierna desde 1999.

"Hoy está suficientemente claro que Maduro es un dictador (…) y como tal no se va a dar cuenta de manera alegre que vamos mal, no va a hacer una concesión graciosa a toda la exigencia y necesidad y clamor de un pueblo, debe ser producto de la acción legislativa, del derecho a protestar constitucionalmente", dijo Guaidó.

En este sentido, indicó que el "llamado a la lucha es para todos los ciudadanos que sientan que esta miseria no es la única forma de vivir" e incluye a "los militares que también son ciudadanos y padecen los mismos problemas y sus sueldos no dan para vivir".

El flamante líder parlamentario, militante de la formación Voluntad Popular (VP), manifestó también su interés por retomar la designación de autoridades, un proceso que ya intentó al nombrar magistrados del Supremo, todos hoy exiliados o procesados por la Justicia venezolana.

Asimismo, la Cámara planea promover este año "la designación y reconocimiento de representantes legítimos ante instancias y organismos internacionales para impulsar la cooperación humanitaria y la restitución del orden constitucional".

Todo esto, según Guaidó, busca crear las condiciones para un Gobierno de transición que cuente "con el respaldo del pueblo, de la comunidad internacional, de las fuerzas armadas" y que permita "elecciones libres".

El antichavismo ya había adelantado que Guaidó, un ingeniero de 35 años, sería investido como líder de la Cámara en cumplimiento del acuerdo de gobernabilidad suscrito por la oposición, según el cual le corresponde este año el mando a VP, partido fundado por el opositor preso Leopoldo López.

El diputado Édgar Zambrano, de la formación Acción Democrática (AD); y Stalin González, de Un Nuevo Tiempo (UNT) fueron designados como primer y segundo vicepresidente del Legislativo respectivamente tras obtener la mayoría de los respaldos.
 

Llamó al Ejército a sublevarse

 

El nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento unicameral), Juan Guaidó -foto-, del partido Voluntad Popular (VP) del encarcelado Leopoldo López, llamó ayer al Ejército a sublevarse contra el presidente Nicolás Maduro, a quien calificó como "un dictador"."Hoy está rota la cadena de mando, al no tener un legítimo comandante en jefe que derive de la soberanía popular", argumentó Guaidó, de 35 años. Recordó que los militares padecen los mismos problemas que cualquier venezolano. "Llegan a sus casas y la nevera está vacía por falta de comida. Tienen a un familiar enfermo y no pueden curarlo por falta de medicinas. Ustedes mismos han enterrado a sus compañeros que han sido víctimas del hampa, de la guerrilla o grupos irregulares a quienes se les ha entregado nuestra soberanía", afirmó.