El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ayer sufrió una indisposición cuando hacía deporte y fue hospitalizado, seguirá al menos hasta hoy internado bajo vigilancia cardiológica, indicó el Elíseo, en medio de contradicciones sobre si perdió o no el conocimiento durante el episodio.

Los exámenes clínicos y de carácter neurológico que se le han llevado a cabo en el hospital militar Val de Grâce de París, que han incluido un balance sanguíneo, un electroencefalograma y una resonancia magnética "son normales", añadió en un comunicado la presidencia francesa.

Estas fuentes aseguraron que Sarkozy no había perdido el conocimiento cuando le dio el malestar mientras corría, en contra de las últimas informaciones facilitadas, en particular por el secretario general del mismo Elíseo, Claude Guéant que confirmó el desmayo.

El incidente, según la versión oficial, se produjo cuando el jefe del Estado -que pasaba el fin de semana en la residencia oficial de La Lanterne- había salido a correr a los jardines adyacentes del Palacio de Versalles y llevaba "45 minutos de ejercicio físico intenso".

Sufrió entonces una indisposición que le obligó a pararse y a tumbarse con ayuda de otra persona, y rápidamente su médico le atendió antes de ser trasladado en helicóptero a Val de Grâce, un centro especializado en el tratamiento de personalidades.

El Elíseo puso el acento en que "la vigilancia cardiológica, sistemáticamente practicada en esas circunstancias, se prosigue hasta hoy por la mañana". Sarkozy, que ha recibido a familiares y colaboradores, está descansando.

Su esposa, la cantante italiana Carla Bruni, estaba ayer con él en el hospital, adonde llegó en moto.

Fuentes gubernamentales habían explicado anteriormente que el presidente, de 54 años, había sufrido un "accidente vagal", un síncope leve, que con frecuencia suele suponer una pérdida de conocimiento por un exceso de actividad del nervio vago o neumo-gástrico. Un incidente de este tipo suele ser banal y puede deberse a múltiples causas, entre ellas una hipoglucemia, un importante esfuerzo en ayunas, calor intenso, una emoción fuerte, estrés o un dolor violento.

Se da por hecho que Sarkozy no cumplirá hoy con su agenda oficial, que preveía una ceremonia en el Elíseo para firmar un acuerdo entre los bancos y las empresas sobre la mediación entre ambos para hacer más fluida la concesión de créditos.

Sin embargo, sí se mantiene un desplazamiento para el martes al Mont Saint Michel, en la costa noroeste de Francia, entre Normandía y Bretaña, donde está programado un discurso sobre el patrimonio.

Al día siguiente está previsto el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones del jefe del Estado, que había organizado en la Costa Azul donde pasaría unos días.

Es bien conocida la afición del presidente al ciclismo y a correr como se le ha podido ver con cierta frecuencia.

Uno de sus mejores amigos, el alcalde de la ciudad de Levallois Perret, Patrick Balkany, sugirió que el régimen alimenticio que estaba haciendo pudo ser una de las causas de la indisposición, al igual que la intensa actividad pública del presidente.