Estados Unidos, 3 de abril.- Según un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, el Ejército norcoreano cuenta con la autorización final para lanzar un ataque contra los Estados Unidos utilizando eventualmente armas nucleares.
El Estado Mayor del Ejército norcoreano dijo que hacía saber formalmente a Washington que las amenazas estadounidenses serán "aplastadas" utilizando "medios nucleares modernos, livianos y diversos", según el comunicado. "La operación sin compasión de las Fuerzas Armadas revolucionarias en este aspecto ha sido finalmente examinada y ratificada", precisó.
En tanto, el gobierno de Barack Obama anunció que va a desplegar, "en las próximas semanas", una batería antimisil THAAD sobre la isla de Guam, en el Pacífico, donde dispone de una importante base militar, amenazada por el régimen de Kim Jong-un.
La medida se añade al despliegue de dos destructores Aegis antimisiles en el Pacífico occidental ante la escalada de tensión en la península coreana.
Al igual que el Patriot, el THAAD es un sistema terrestre que se traslada en un camión. Además de los interceptores, incluye un radar con banda X capaz de determinar el origen y la trayectoria de un misil balístico.
Cerca de 6.000 militares se encuentran estacionados en Guam -territorio estadounidense del archipiélago de las Marianas situado a 3.380 km al sureste de Corea del Norte-, además de submarinos y bombarderos B-52 que estas últimas semanas sobrevolaron Corea del Sur.
"Los Estados Unidos están alerta frente a las provocaciones norcoreanas y se mantienen dispuestos a defender el territorio estadounidense, a nuestros aliados y nuestros intereses nacionales", afirma el Pentágono en su comunicado.
Días atrás, el régimen de Kim Jong-un se declaró en estado de guerra contra Corea del Sur. Ambos países siguen técnicamente en guerra debido a que su conflicto de 1950 a 1953 terminó con un armisticio y no con un acuerdo de paz.
Las tensiones en la península coreana crecieron sensiblemente desde el tercer test nuclear realizado por Pyongyang en febrero, seguido de nuevas sanciones por parte de la ONU y ejercicios militares conjuntos de Seúl y Washington, a lo que Corea del Norte respondió suspendiendo el acuerdo de alto el fuego con su vecino del sur que puso fin a la Guerra de Corea en 1953, y con numerosas amenazas de ataques.